Todo el escenario político quedó profundamente trastocado después de los acontecimientos del jueves, cuando un hombre le gatilló a la cabeza a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Desde el Gobierno las agendas oficiales quedaron suspendidas hasta nuevo aviso y recién ayer el ministro de Economía, Sergio Massa, llevó adelante la primera actividad que no estuvo vinculada con el intento de magnicidio, sino con anuncios vinculados al sector agropecuario. Este domingo todo el oficialismo se sorprendió con la nota de Página12 que reveló que el celular del atacante de CFK, Fernando Sabag, habría sido formateado y que probablemente toda la información que el dispositivo contenía se habría borrado. Eso despertó las alarmas de los dirigentes y desde las distintas tribus oficialistas dieron a entender que, de corroborarse, se puede tratar de un «intento de encubrir el posible magnicidio contra Cristina», por parte del Poder Judicial. Mientras tanto, anticipan en el corto plazo un debate profundo sobre lo que se viene.
En el Frente de Todos están alertas porque, después de todo lo que sucedió, aún falta escuchar a la vicepresidenta y conocer cuáles serán los pasos que seguirá. «Hay que ver qué va a hacer ella. Creo que de esto sale fortalecida y que ha ganado toda la centralidad que se puede tener», dicen algunos. Sin embargo, marcan que uno de los mayores problemas en este momento es lo que reveló este diario sobre la investigación en la Justicia y la posible pérdida de pruebas centrales. «Esto es un gran drama porque ahora todos nos llenamos de dudas. Queremos saber con claridad si fue un tipo sólo, o era parte de algo más grande. Esperamos que no haya habido ninguna maniobra de ningún tipo», afirman.
«Cuando hoy me enteré que se borraron las pruebas pensé que el tipo, sin dudas, era muy importante y no quieren que sepamos qué pasó. Puede que no haya sido un perejil«, dicen otros. En esa línea, también se pronunciaron diversas figuras del oficialismo. El diputado Leopoldo Moreau se preguntó muy temprano y a través de sus redes: «¿Cómo es posible que el celular haya sido entregado por el juzgado a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en un sobre abierto y sin cadena de custodia? Más que preguntarle a los peritos por su actuación habría que preguntarse cómo el aparato salió del juzgado en esas condiciones».
Horacio Pietragalla Corti, secretario de Derechos Humanos, agregó que «parece que el Poder Judicial nos está cargando. Es una causa que genera conmoción mundial y pasan estas cosas. Esperemos qué respuesta da la Justicia a estas notas que salieron». La misma preocupación sostuvo el diputado nacional del Frente de Todos Rodolfo Tailhade. «¿Alguna duda que la jueza (María Eugenia) Capuchetti y el fiscal (Carlos) Rívolo están trabajando para encubrir el intento de magnicidio contra Cristina?», expresó y agregó que «la mafia de Comodoro Py no puede investigar el atentado. Está en juego la democracia».
El senador Oscar Parrilli, uno de los hombres más cercanos a la vicepresidenta, en tanto, escribió en sus redes sociales: «Para CFK solo JUSTICIA. Sin paralizaciones, o injerencias extrañas. Y con jueces imparciales». Gregorio Dalbón, uno de los abogados de CFK, añadió en diálogo con Futurock que pedirán entrar a la querella «con un técnico para tratar de analizar si se pueden recuperar los datos del celular», y expresó que «en la medida que esto sea cierto va a haber responsabilidad de la jueza, del fiscal y de la Policía Federal».
El FdT empezó a trazar diagnósticos acerca del futuro y de cómo continuar las próximas semanas. Aunque todo de momento es variado y tiene matices, en su gran mayoría los dirigentes están muy conformes con la movilización del viernes y destacan que la Plaza de Mayo se logró llenar con, prácticamente, solo un par de horas de convocatoria. Esa demostración popular, opinan, marcó un antes y un después incluso para el destilado de la espiral de violencia.
Algunos sectores más optimistas resaltan que «la impunidad que había para agraviar, insultar, para poner bolsas mortuorias en Plaza de Mayo y horcas en las distintas movilizaciones opositoras, va a empezar a mermar», y que «luego de esto que pasó nos tiene que ir un poquito mejor». «Nuestra tarea es acompañar para que se esclarezcan los hechos y paralelamente trabajar para que le vaya bien a Massa y poder recuperar reservas», dicen y diagnostican que, si mejoran las cosas en el plano económico, lo social también va a comenzar a tranquilizarse.
Otros, sin embargo, son pesimistas. «La democracia pasó de nivel y no es la misma que hace 72 horas. No estaba en nuestro manual qué hacer ante un atentado de estas características y, más allá de lo que pasó, el atentado sucedió, se concretó«, dicen. También agregan que lo más grave es el silencio de los líderes de la oposición, que no llamaron a CFK. «Es muy difícil. Yo pensé que esto era el punto límite, pero se ve que no era así», señalan.
En esa línea, hay quienes creen que esto también cambiará la situación de la exPresidenta y su contacto con la gente. Y empiezan a analizar que tendrá que extremar sus cuidados y que «no va a poder hacer lo que quería, que es estar más en contacto con la gente, darles la mano, firmarles los libros, abrazarlos. Porque eso sirve y sirve mucho. Son todos cables a tierra y que lamentablemente no lo va a poder hacer más o lo va a tener que hacer en forma distinta porque después de esto cambia todo».
Este lunes, en tanto, el presidente Alberto Fernández tenía agendada una visita a la universidad de la Matanza, junto al intendente de esa localidad bonaerense, Fernando Espinoza, pero la actividad fue suspendida porque, con la convulsión del fin de semana, ni siquiera hubo tiempo de organizarla. Aún no se sabe cuándo el mandatario retomará su agenda habitual. Sin embargo, durante la jornada habrá dos eventos muy importantes. A las 16 habrá una reunión del consejo directivo de la CGT, donde se evalúa si realizarán un paro general y movilización –posiblemente el miércoles– y a las 17 los gobernadores de la Liga se reunirán en la sede central del Centro Federal de Inversiones (CFI). Se esperan definiciones y comunicados importantes después de ambos encuentros.