Así de insólita resultaba la noticia: el lugar donde funciona el Archivo de la Memoria se inundó por la rotura de un caño, el agua mojó cajas con documentación que puede ser utilizada en los juicios por delitos de lesa humanidad y se puso en riesgo datos claves para la reconstrucción histórica como lo son los datos de los presos políticos de Salta desde la década del 50.
Los organismos de derechos humanos denunciaron el abandono del Archivo Provincial de la Memoria y cuando aún resuenan los ecos de lo ocurrido, se designó una directora del Archivo. Ocurrió hace dos meses. Se trata de Alba Fernández, quien declaró a la sección local del diario Página 12 que se emprendieron tareas para el resguardo y la preservación de los documentos que forman parte del Archivo.
El Archivo se ubica en el segundo piso de la Biblioteca Provincial desde el año 2012, cuando las autoridades de la Biblioteca cedieron en préstamo el espacio para garantizar su funcionamiento. Fernández declaró también que fue convocada para iniciar la digitalización de la documentación y que en pos de ello comenzó un trabajo de recopilación y resguardo desde cero. Luego de la inundación, «las cajas estaban entreveradas» y se tuvo que hacer el acopio, ordenamiento temporal, clasificación e identificación de los archivos.
«En estos dos meses hemos logrado catalogar, ordenar y preservar 3.106 documentos», detalló Fernández. En referencia a los documentos afectados por la inundación, la directora afirmó que «todo lo que se mojó tuvo un proceso de recuperación y hoy está recuperado en su totalidad».