A través de imágenes satelitales y sobrevuelos en helicóptero, la organización ecologista detectó cuatro topadoras que avanzaban “arrasando cerca de tres mil hectáreas de bosques” en Santiago del Estero. Como medida de protesta, activistas se interpusieron ante las máquinas y bloquearon su funcionamiento mediante la instalación de cepos en las palancas de manejo. Denuncian que en esa provincia se deforestaron casi un millón de hectáreas desde la sanción de Ley Nacional de Bosques, a fines de 2007. Reclaman además por la protección de los menos de 20 yaguaretés que se estima sobreviven en ese hábitat, en el Gran Chaco argentino.
La organización ecologista exige “Deforestación Cero” en los territorios del yaguareté y pide que se implemente un Plan de Manejo que garantice la protección de la especie, como lo dispone la Ley Nacional Nº 25.463 que lo declara Monumento Natural Nacional. A su vez, se presentó una medida cautelar reclamando la suspensión de los desmontes en las cuatro provincias demandadas: Santiago del Estero, Salta, Formosa y Chaco. En el marco del amparo judicial en representación de los menos de los yaguaretés que quedan en la región, Greenpeace fue convocada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación para participar de una audiencia pública, a realizarse durante este año.
“Iremos a la Corte Suprema a defender al Yaguareté y sus bosques, cada vez más amenazados por el avance de la frontera agropecuaria hacia el norte del país, fundamentalmente para la producción de ganadería y soja, que suelen exportarse a China y Europa. La grave crisis climática y de biodiversidad en la que nos encontramos nos obliga a actuar en consecuencia. No podemos seguir perdiendo bosques nativos”, planteó Giardini.