El Congreso de Colombia aprobó en su primer debate el proyecto legislativo con el que el gobierno del presidente, Gustavo Petro, busca implementar la ‘paz total’ con los diferentes grupos armados irregulares que operan en el país.
Dicha iniciativa otorga plenos poderes al gobierno para entablar negociaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), el primero de estos grupos que ya mostró su disposición para retomar el diálogo, estancado desde enero de 2019 después del atentado de esta guerrilla en un escuela de policías.
El ministro del Interior, Alfonso Prada, explicó que lo aprobado diferencia los procesos de negociación de los diferentes grupos, entre los que tienen estatus político, como la guerrilla del ELN, y aquellos como las disidencias de las FARC o los grupos paramilitares, que deberán someterse a la Justicia ordinaria.
En esa ‘paz total’, ahonda, se creó un marco regulatorio con el que se pretende avanzar en la negociación para «acoger» o «transformar» hacia el Estado de derecho a «organizaciones criminales de alto impacto» e identificar qué camino tomar para aunar «negociaciones de carácter político» con el sometimiento judicial.
«No queremos darles estatus de beligerancia a organizaciones criminales que no tienen estatus de beligerancia. Las negociaciones de paz aplicarían únicamente para la guerrilla del ELN», remarcó el senador de Alianza Verde Ariel Ávila en los micrófonos de Caracol Radio.
La norma establece que la llamada ‘paz total’ se convertirá en política de Estado, lo que significa que los gobiernos sucesores al de Gustavo Petro estarán obligados a mantener vigentes las negociaciones y cumplir los acuerdos que se alcancen.
A su vez, tal y como ha detallado Ávila, la iniciativa del Gobierno colombiano establece la posibilidad de alcanzar en primera instancia «acuerdos parciales» con los que poder tener ya el próximo año un alto el fuego multilateral, además de crear figuras como las «zonas de ubicación» donde avanzar el proceso, el «servicio social para la paz» como alternativa al servicio militar, o la entrega de armas voluntaria bajo anonimato.
