El Partido de los Trabajadores (PT) insinuó que Jair Bolsonaro, actual presidente y candidato en el balotaje que se realizará el 30 de octubre, podría llegar a utilizar a la Policía Federal para afectar las elecciones en Brasil y la campaña electoral de Lula Da Silva.
Marinho, exintendente de Sao Bernardo do Campo, Gran San Pablo, advirtió sobre posibles operaciones por parte de efectivos policiales: «Recibimos informaciones de que sectores del Estado operados por el bolsonarismo estarían buscando forzar hechos que justifiquen operaciones policiales en contra de nuestro frente democrático».
Según declaraciones del dirigente político brasileño al diario Folha de Sao Paulo, el PT analiza «medidas judiciales para evitar esta violencia en campaña».
Las alarmas se encendieron después de que el una jueza del Superior Tribunal de Justicia, Laurita Vaz, aceptara la solicitud de la Policía Federal para suspender de sus funciones al gobernador y candidato a la reelección por el estado nordestino de Alagoas Paulo Dantas, aliado de Lula, después de diversos allanamientos en propiedades.
La acción, que no fue pedida por el Ministerio Público, estaría ligada a un desvío de fondos de la Asamblea Legislativa regional, en Maceió, son de 2019.
Elecciones en Brasil: la suspensión de un gobernador en medio de la campaña
El presidente de la Cámara de Diputados, del Partido Progresista (PP), el bolsonarista Arthur Lira, fue acusado de ser el impulsor político de la medida contra Dantas en medio de la campaña electoral de cara al balotaje.
En 2018, antes del balotaje entre Bolsonaro y Fernando Haddad, el candidato del PT, fue divulgada ilegalmente por parte del entonces juez Sérgio Moro una delación del detenido exministro Antonio Palocci contra Lula que todavía no había sido aceptada por la justicia.
Moro levantó el secreto de sumario a seis días de esas elecciones para incorporar el asunto a la campaña contra Haddad.
Después de la elección, Moro anunció que dejaría la magistratura, tras hacerse famoso con la Operación Lava Jato, para sumarse como ministro de Justicia del gobierno de ultraderecha de Bolsonaro, con quien rompió en 2020. Sin embargo, actualmente respalda la reelección del mandatario.