El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no impugnará su la derrota electoral frente a Lula Da Silva, y prepara un mensaje para brindar públicamente este martes, dijo a Reuters el ministro de Comunicaciones, Fábio Faria.

El discurso presidencial podría calmar las protestas de partidarios que han bloqueado carreteras en muchos estados de Brasil, junto con camioneros que demandan que el líder de extrema derecha impugne la victoria del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva en las urnas. Bolsonaro no ha hecho comentarios públicos hasta el momento sobre el resultado del balotaje ni ha llamado a Lula.

El ministro Faria dijo a Reuters que se esperaba que Bolsonaro se reúna con los integrantes del Supremo Tribunal Federal antes de emitir su discurso.

Los aliados políticos de Bolsonaro, incluido su jefe de gabinete Ciro Nogueira, ya comenzaron a establecer contactos con el equipo de Lula para discutir una transición. Algunos, incluido el presidente de la cámara baja, han dicho públicamente que el gobierno debería respetar el resultado de las elecciones.

Los camioneros, que se han beneficiado de la reducción de los costos del diésel por parte del mandatario, constituyen un grupo electoral clave de Bolsonaro y en el pasado han perturbado la economía de Brasil con el cierre de carreteras.

El supremo tribunal de Brasil ordenó a la policía despejar decenas de cierres de rutas instalados por los partidarios del presidente para en protesta por la derrota en las elecciones, mientras el líder de extrema derecha guardaba silencio.

El presidente de la Asociación Brasileña de Supermercados (Abras), João Galassi, dijo el martes que el sector ya está teniendo dificultades de abastecimiento.

La Policía Federal de Caminos (PRF) dijo que los camioneros estaban bloqueando las carreteras en cientos de puntos, parcial o totalmente, como parte de protestas que extendieron a al menos 21 estados de Brasil. Agregó que otros cientos de bloqueos de rutas habían sido despejados.

Algunos camioneros han publicado videos en los que pedían un golpe militar para impedir que Lula, un izquierdista que fue presidente de Brasil entre 2003 y 2010, asumiera el cargo.

«Los brasileños honestos estamos en contra del regreso de esa banda que saqueó las arcas del Estado», dijo el camionero Vando Soares. «No nos moveremos hasta que se impida que ese bandido asuma como presidente».

Las carreteras bloqueadas incluían vías de referencia utilizadas para el transporte de cereales desde los estados agrícolas hasta los puertos, así como una importante carretera que une las dos mayores ciudades del país, Río de Janeiro y Sao Paulo.

La principal vía de acceso al aeropuerto internacional Guarulhos de Sao Paulo, el más concurrido del país, también fue bloqueada. (Reporte de Gabriel Araujo en Sao Paulo y Ricardo Brito en Brasilia.

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