La querella de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner realizará en las próximas horas una nueva presentación en la causa que investiga el intento de asesinato en su contra y propondrá una batería de medidas de prueba vinculada a elementos que se encuentran en el expediente pero que aún no se abordaron con profundidad, según consideraron allegados a la expresidenta. A la vez, este miércoles reiterará ante la Cámara Federal porteña el reclamo para apartar del caso a la jueza María Eugenia Capuchetti.
Los abogados de CFK Marcos Aldazábal y José Manuel Ubeira elaboraron un escrito que está ahora en manos del círculo más directo de la exmandataria y que sería presentado ante Capuchetti, titular del Juzgado Federal 5, a primera hora de mañana. La presentación apunta a reforzar la investigación de pistas que a criterio de la querella no fueron indagadas «a fondo», propone medidas de prueba y valora algunos elementos que hasta ahora «parecieron sido haber pasados por alto», como algunos mensajes hallados en el teléfono del procesado Gabriel Carrizo, acusado como partícipe secundario del intento de asesinato.
El celular de Carrizo fue el elemento que lo llevó a prisión: de allí surgen mensajes que sugieren que el arma empleada para el atentado podría haber sido una que aportó él, asegura que el ataque estaba previsto para otra fecha e incluso habla con Uliarte sobre la posibilidad de volver a intentarlo.»Esto estaba planificado para dentro de una semana. Hizo todo mal. Es un pelotudo», «Cristina tiene miedo, salió mal pero tiene miedo» y «Mi amigo estuvo a un segundo de convertirse en héroe nacional», son algunos de los mensajes que mandó desde su celular durante la madrugada del 2 de septiembre, a horas del ataque.
Según fuentes del caso, en el teléfono de Carrizo se encontraron más mensajes de WhatsApp que aún no fueron valorados en ninguna resolución judicial, pero que complicarían al jefe de la denominada banda de los «copitos» y que agregarían elementos sobre el supuesto aporte de una pistola que podría haberle hecho a Sabag Montiel y la planificación del hecho.
La presentación será en la víspera de la audiencia ante la Cámara Federal porteña, en la que la querella expondrá los argumentos por los que reclama el apartamiento de la jueza Capuchetti: el camarista Leopoldo Bruglia, designado en forma irregular por el expresidente Mauricio Macri, estará a cargo del trámite de la recusación y fijó fecha para este miércoles.
La querella apuntó contra la jueza Capuchetti por haber adoptado «una serie de resoluciones netamente arbitrarias» y por llevar a «la total parálisis investigativa». En particular, le reprochó la forma en la que condujo la investigación de las pistas conocidas como «Casablanca» y «Carrol».
La pista «Casablanca» es aquella que busca determinar si el diputado nacional de Juntos por el Cambios Gerardo Milman hizo referencias al atentado antes de que ocurriera, como lo denunció un testigo que dijo haberlo escuchado en el bar Casablanca.
La pista «Carrol» es la que se inició luego de que Sabag Montiel pidiera por carta que Hernán Carrol, de la Nueva Centro Derecha, le designara y pagara un abogado, lo que fue interpretado como un señalamiento sobre su complicidad con los atacantes.
La querella también le reprocha a la jueza que no haya querido investigar la posible influencia de la organización Revolución Federal en el intento de asesinato. «Cada vez hay más vínculos entre Revolución Federal y Uliarte, que parece haber estado, como mínimo, en dos marchas de esta agrupación (a las que, según su fundador, solo iban cuarenta personas). Además, sabemos que Jonathan Morel (su fundador) adelantó por Twitter, exactamente, la misma mecánica de ataque que ejecutó Sabag Montiel», sostuvo la querella en su recusación a Capuchetti.