Desde hace al menos dos semanas, las familias de Tartagal, sobre todo las que viven en las comunidades indígenas padecen la falta de agua. Una de las causas que señaló el gobierno provincial es el escaso nivel de agua en el dique Itiyuro, el «más severo de los últimos 50 años, producto de una reducción importante de los caudales del río Caraparí y la sequía que afecta a la provincia y gran parte del país», se informó oficialmente.
La situación derivó en que se conforme un Comité de Emergencia Hídrica para el departamento San Martín, desde donde se tomó la decisión de poner en marcha un sistema de 24 camiones cisterna en Tartagal; 8, en la localidad de Aguaray, y 12, en General Mosconi. El Comité está bajo la coordinación de Aguas del Norte, y participan las secretarias de Recursos Hídricos, Salud, Seguridad, Asuntos Indígenas, el Ente Regulador de los Servicios Públicos (ENRESP), el Ejército y los municipios del departamento.
El concejal Nicolás Arce declaró a la sección local del diario Página 12 que es «lamentable» llegar a esta situación y recordó que en enero de este año presentó un proyecto para trabajar sobre la problemática de la falta de agua para consumo humano, pero los ediles que responden al intendente Mario Mimessi frenaron cualquier tratamiento. «Si se hubiera aprobado hoy estaríamos actuando, pero lamentablemente desconocen la problemática y no saben bien qué hay de fondo», expresó. «La gente está muy molesta y no aguanta más», añadió.
El edil aseguró que en el norte de Salta se está incumpliendo derecho al agua potable y al saneamiento. Por eso vecinos y vecinas «quieren ir a un referéndum para ver que el agua sea gestionada desde la Municipalidad, a través de cooperativas o la figura que se elija». Las y los concejales mantendrán hoy una reunión para ver las actualizaciones que se deben hacer al pedido de 2009 y esperan tratarlo este martes en una sesión extraordinaria.
Si bien estos últimos días llovió en la zona y con ello se permitió la recuperación de los caudales en el dique Itiyuro y el río Caraparí y el gobierno afirmó que de esta manera se aseguró que la planta Itiyuro operase con normalidad para abastecer a la cisterna de Villa Güemes, «la situación no se normaliza, se da una inyección de agua al sistema, pero no es más que eso», dijo al medio citado otro concejal: Ernesto Restom.