Este miércoles, el Convento San Bernardo fue el epicentro de un nuevo escándalo religioso que sigue enmarcado en la disputa entre la Iglesia y los responsables de la Virgen del Cerro.
El hecho logró trascendencia nacional y luce muy mal: las autoridades del convento fueron denunciadas por no permitir la salida de una monja que había manifestado su intención de salir de la clausura. Esto generó que la Justicia llegara al lugar con una orden de allanamiento.
«Nuevo escándalo en el convento San Bernardo de Salta: denuncian a las autoridades por supuesta privación ilegítima de la libertad», tituló La Nación.
Según informó el diario porteño, el allanamiento no se llegó a concretar totalmente porque cuando los bomberos empezaron a subir a los techos para abrir las puertas desde adentro, las autoridades del convento decidieron posibilitar la entrada de una comisión integrada por dos secretarias del juzgado, una ayudante fiscal y una médica legista de la policía, todas mujeres.
El matutino agregó que la denuncia contra las autoridades del monasterio fue presentada por la hermana de la monja, que lleva 31 años en la clausura. La religiosa venía insistiendo en que quería abandonar el lugar, pero no se lo permitían y le fueron dificultando los contactos con la familia.
«La comisión y el patrocinante de la familia denunciante llegaron al convento, ubicado a cinco minutos de la plaza central de Salta, a las 13.30 y durante dos horas nadie los atendió. En paralelo, funcionarios judiciales sostienen que recibieron fotos de María Livia Galliano, la mujer que dice tener las ‘apariciones’ de la Virgen del Cerro y su esposo, Carlos Obeid, ingresando por el acceso de atrás», afirma el diario.
La «aparición» de María Livia y su esposo en el Convento no sería casual. Ambos están en el ojo de la tormenta y se señala desde hace tiempo que el conflicto del Convento se enmarca en la disputa de la pareja con la Iglesia salteña.
Como remarcó CUARTO hace pocas semanas, «lo que sí queda claro en este asunto es que la Iglesia, según documentos conocidos, se opone a la continuación del enorme negocio que significa traer turistas al santuario en Salta».
El Ministerio Público Fiscal informó que una vez en el interior del Convento, se pudo entrevistar a la mujer damnificada, quien ratificó su intención de retirarse del lugar, por lo que fue trasladada a un lugar seguro.