Desde Mendoza
El gobierno de Mendoza amenaza con cerrar la Escuela Campesina de Agroecología, un centro educativo que desde hace 11 años funciona en Jocolí, zona rural a 40 kilómetros de la capital provincial. En medio de las celebraciones por el egreso de nuevos maestros y maestras rurales, la comunidad se propuso resistir el cierre con clases públicas, como la que realizaron días atrás en la explanada de la casa de gobierno provincial. Evalúan llevar la protesta a la Fiesta de la Vendimia si la Dirección General de Escuelas no da marcha atrás. Recibieron la solidaridad de instituciones y redes internacionales como CLACSO y la Vía Campesina.
A 100 metros de la ruta nacional 40, a 30 minutos de la ciudad, se encuentra el predio de tres hectáreas que aloja a la única escuela de gestión social con modalidad agroecológica que existe en las zonas rurales de toda la provincia. El lugar fue recuperado por la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra (UST) hace más de 20 años, y funciona como base del Centro de Educación, Formación e Investigación Campesina (CEFIC), un instituto promovido por la organización que, además de crear la escuela, impulsa otras instancias educativas como la tecnicatura superior de agronomía, un profesorado para maestros rurales y una diplomatura en agroecología y ordenamiento ambiental.
“La Dirección General de Escuelas descree de estos procesos”, explica Marta Greco, la ingeniera agrónoma que fue elegida por la comunidad para dirigir la escuela. “Dicen que en el campo no se quiere estudiar, pero estos maestros y maestras han transitado una experiencia importantísima, tienen sensibilidad y creatividad”, agrega.
Desde el gobierno provincial, encabezado por el gobernador radical Rodolfo Suárez, dicen que no impulsan el cierre de la escuela, aunque reconocen que se proponen dar de baja el convenio salarial que sostiene la iniciativa. Desde la Escuela explican que la baja de ese convenio, además de los salarios, deja al proyecto sin la capacidad de emitir los títulos habilitantes. De concretarse esa baja, el 31 de diciembre la escuela se vería forzada a dejar de funcionar. No es un hecho aislado: en la provincia las organizaciones sociales denuncian también el cierre del Bachillerato Popular Violeta Parra del barrio La Favorita, en la capital, y de la Casita de la Comunidad Trinitaria, en Guaymayén.
En el caso de la Escuela Campesina, las autoridades provinciales cuestionan la modalidad de alternancia, una metodología que permite que quienes estudian se instalen en la sede una semana o diez días al mes, para lo cual la organización cuenta con la infraestructura adecuada. De ese modo, los y las estudiantes pueden cursar sin descuidar el trabajo en el campo. “La DGE no entiende que, de otro modo, la población rural no podría estudiar”, afirman desde la UST.
Emilse Suárez, una de las egresadas, vive en la comunidad huarpe de La Asunción, a 70 kilómetros de la Escuela. «Para mí esto significa poder terminar un recorrido, me gusta más llamarlo así, en vez de carrera. Como futura docente pienso formar alumnos con pensamiento crítico, donde puedan expresarse, porque ellos son lo importante en el proceso de educación», reflexiona.
El acto de graduación de las nuevas maestras y maestros rurales cerró con las palabras de Marta, la directora: “Aquí hay 35 nuevas maestras y nuevos maestros, 35 girasoles; los girasoles son persistentes, crecen en suelos salinos, y además de germinar, florecen. Esos girasoles no dan una semilla, sino millones. Estoy segura que ustedes van a multiplicar esas semillas, y van a sembrar no solo conocimientos transformadores de la sociedad, también van a sembrar justicia social”.
A través de un comunicado, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) manifestó su “preocupación” y rechazó “cualquier intento de cierre de tan rica experiencia social y pedagógica”.
“Si el gobierno provincial se niega a garantizar la continuidad de la escuela, vamos a llevar la protesta a la próxima Fiesta de la Vendimia”, avisa Diego Montón, integrante de la organización campesina y vocero de la Mesa Agroalimentaria Nacional. Esperan que las autoridades den una respuesta positiva a la demanda antes de marzo próximo, cuando se realizará la principal fiesta provincial.