El Centro Cívico Municipal (CCM) sigue estando ocupado por manifestantes. Desde hace una semana, municipales llevan reuniéndose con ollas, carteles y bombos, para reclamar por el pago de un bono de $100.000, mejoras salariales y el pase a planta permanente.
Hace siete días que la Unión de Trabajadores Municipales (UTM) adoptó una medida de fuerza, por la que aún no han recibido ninguna respuesta. La Intendenta capitalina, Bettina Romero, no se ha presentado a dialogar, siendo que la última aparición fue durante el mes de diciembre, previo a las fiestas.
Según ratificó el titular de la UTM, Pedro Serrudo, “hasta el momento no nos han llamado. La última comunicación fue en diciembre cuando nos pidieron que levantemos la medida de fuerza para mantener la paz social durante las fiestas con el compromiso de firmar un acta acuerdo, lo que no ocurrió”.
Por ese motivo, planean seguir manifestándose, e incluso, “amenazan si dejan de trabajar” al personal contratado en el municipio que sigue desempeñando sus funciones actualmente. Los municipales reclaman el pago de un bono extraordinario, sumado a una recomposición salarial del 101%.
A su vez, solicitan la contratación de los hijos de trabajadores fallecidos o jubilados, y el pase a planta permanente de aquellos empleados que cumplen con todos los requisitos del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT). No piensan detener el paro hasta obtener una respuesta satisfactoria de las autoridades.
Continúan concentrándose, a eso de las 9 a.m., en la sede gremial ubicada sobre calle Tucumán al 448, para posteriormente marchar rumbo al Centro Cívico Municipal. Ya son siete días desde el comienzo de dicha medida, y pese a que el martes 17 de enero se abonará la primera cuota de $30.000, de los $60.000 que acordaron los gremios, municipales no piensan retroceder.