Alberto Fernández transita el verano en «modo campaña». Además de los spots y las reuniones que ya tuvo con intendentes bonaerenses las semanas anteriores, tiene en agenda reunirse con gobernadores para conversar, entre otras cosas, sobre estrategia electoral. En un principio este fin de semana el mandatario iba a viajar a la costa argentina para posiblemente reunirse allí con ellos, pero con el correr de las horas esa idea perdió fuerza y el viaje, que iba a ser a Chapadmalal, finalmente se suspendió. Respecto al encuentro con gobernadores, en Casa Rosada aseguraron a este diario que «algo se va a armar, pero no este fin de semana», porque el Presidente «estará trabajando en la previa de la visita del su par de Brasil, Ignacio «Lula» da Silva y el encuentro de la Celac», que serán el 23 y 24.
Del último encuentro con intendentes que Fernández sostuvo en Chapadmalal, también había participado el gobernador Axel Kicillof, que cada vez junta más adeptos dentro del peronismo para su proyecto de reelección. Esa batalla, sin embargo, aún no fue saldada porque hay algunas divisiones entre los intendentes bonaerenses con respecto a si acompañar o no la candidatura del actual gobernador. El fin de semana lo que sí habría en la costa son nuevas reuniones entre intendentes de las distintas secciones electorales para intentar terminar de saldar esas cuestiones. La mayoría de los líderes locales aseguran que Kicillof es el que mayor cantidad de votos tiene dentro del espacio y que eso «no se puede negar», pero hay otro sector más minoritario que puja por una candidatura en una posible interna del jefe de gabinete, Martín Insaurralde, aunque esa idea parece cada vez perder más fuerza.
Más allá de que en el entorno de Fernández niegan que el Presidente esté «en modo campaña», además de publicar spots defendiendo su gestión en comparación con la de Macri, se encuentra recorriendo las provincias. Este miércoles estuvo en Mendoza, el jueves irá a la Pampa y visitará otras localidades la semana del 30, una vez que haya pasado el encuentro de la CELAC, la visita del presidente de Brasil y el sábado siguiente la del Canciller Alemán, Olaf Scholz. Más adelante tiene en agenda visitar Chaco, Catamarca y Entre Ríos, para inaugurar obras y entregar viviendas.
Según contaron desde el entorno del Jefe de Estado a este diario, el mandatario viene teniendo reuniones con distintos gobernadores desde las últimas semanas de diciembre –aunque no tomaron estado público–, como por ejemplo con Ricardo Quintela, de la Rioja; Raúl Jalil, de Catamarca; Gustavo Bordet, de Entre Ríos y Omar Perotti, de Santa Fe, y la idea, de ahora en más, es retomar esos encuentros para pensar, entre otras cosas, «la estrategia electoral de cada uno de los distritos», además de hacer diagnósticos de la situación actual y evaluar el estado de situación. Cerca de Fernández dicen que los encuentros con muchos gobernadores a la vez, sirven más por lo simbólico y por «la foto», pero que las reuniones a las que «más se les puede sacar el jugo», son las que tiene por separado y mano a mano con cada uno de los dirigentes.
Otro tema que Fernández tiene que definir con los gobernadores oficialistas, en un posible encuentro que tenga con todos, o en los encuentros que vaya teniendo de forma individual con algunos de ellos, es la fecha para el Congreso del PJ. La idea de Fernández es que ese evento se pueda celebrar el 24 de febrero, pero para eso –habían explicado a este diario desde su entorno– tenía que contar con el aval de los líderes provinciales. Gildo Insfrán, de Formosa, de hecho, es quién tendría que convocar al Congreso de manera formal, luego del pedido que haga el Consejo, liderado por Fernández.
Algunos conocedores del funcionamiento del Congreso partidario explican que su celebración es más bien «simbólica» porque se hace siempre en año electoral y que lo que se hace allí es mandatar al Consejo del PJ para que tome diversas decisiones formales de cara a los comicios. Otros, sin embargo, aseguran que ese momento puede ser importante y oportuno para que el Presidente se baje de una posible candidatura y se muestre como el garante de una gran PASO que dé lugar a que todos los sectores del peronismo estén representados. Para todo aquello, el Presidente debería llegar a esa fecha con ciertas cuestiones resueltas, acordadas, o al menos conversadas. Algo que todavía no pareciera suceder.
Desde el entorno del mandatario aseguran que nada de eso ocurrirá, que Fernández no «bajará su posible candidatura durante el Congreso» y que el objetivo de ese encuentro será «demostrar unidad», y cumplir con una formalidad. Fernández, de ese modo –aseguran– seguirá mostrando y defendiendo su gestión, comparando los números de su mandato con los del expresidente, Mauricio Macri, tal como lo viene haciendo, recorrerá las provincias y el conurbano bonaerense y, sobre todo, se centrará en dar a conocer los resultados que obtuvo en las áreas más fuertes del Gobierno como vivienda y obra pública, entre otras.
La situación del Presidente con algunos gobernadores se complejizó en el último tiempo por diversas cuestiones. Primero por la no firma en el pedido de juicio político a la Corte por parte del sanjuanino, Sergio Uñac, y de Bordet. En Rosada, sin embargo, distinguen la actitud de ambos porque Uñac –dicen– desde un comienzo dijo que no firmaría, pero el caso de Bordet fue distinto porque en charlas previas dijo que acompañaría y hasta estuvo de forma virtual en las reuniones, pero a último momento decidió no firmar. «Es un tipo sensato, pero se equivocó en la estrategia», opinaron.
Fernández también atraviesa un momento de tensión en su relación con el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saa, que en los últimos días se mostró junto al gobernador de Córdoba, Juan Shiaretti. Este último anunció junto con el exgobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, «la construcción de un espacio político superador, por fuera de la grieta». Allí también aclararon que ellos «no van a ir a ninguna PASO con el kirchnerismo. Ni con los K ni con el Frente de Todos». En Balcarce 50 desestiman ese lanzamiento y dicen que se trató «simplemente de una foto», y que «son dos gobernadores haciendo su juego».
En las últimas semanas también corrió el rumor de que varios gobernadores no se mostraban contentos con las visitas del Presidente a sus provincias porque eso «perjudicaría sus imágenes», pero desde el entorno del mandatario se muestran sin cuidado por el tema y dicen que los gobernadores «le reconocen» al Presidente las obras que hizo en sus localidades y que están agradecidos porque «la plata llegó más allá de los signos partidarios». El gobernador opositor de Mendoza, Rodolfo Suárez, no quiso recibirlo este miércoles durante su visita oficial y durante su discurso, el mandatario dijo que “tal vez, alguien lo confundió, yo no vengo acá a hacer campaña electoral”. Luego agregó que «la política no tiene ningún sentido si se la usa para pelear, gritar y maltratarse”.