La diputada Provincial Laura Cartuccia, dedicó el 2022 a utilizar sus redes sociales para pronunciarse y analizar temas de espectáculos, para exigir que el shopping sea un lugar de la élite salteña y muy contradictoriamente, para mantenerse alejada de debatir y apoyar los Derechos Humanos, Comisión de la cual es Titular en la Cámara Baja.
Este año no fue la excepción y al igual que lo hizo en noviembre pasado, subiendo a su cuenta de instagram opiniones sobre el reality Gran Hermano y sus participantes, ahora le dedicó un extenso análisis en Facebook a la letra de la última canción de Bizzarap con Shakira. Lo cuestionable no es que opine en sus redes sociales, lo lamentable es que su comunicación como diputada se reduzca al espectáculo; a quejarse de que vendedores ambulantes y pobres ingresen a un shopping, como lo hizo públicamente en enero de 2022 y a pedir que haya guardias, como si se tratara de delicuentes.
Lo realmente cuestionable es que la diputada Laura Cartuccia, quien además, sostiene su deseo de ser candidata a intendente, tenga su mirada puesta en espectáculos y no en la realidad que vive la Provincia que le dio el lugar que hoy ocupa. Lo alarmante es que reclame abiertamente que haya trabajadores ambulantes en los lugares que ella circula, en lugar de exponer la situación de pobreza en Salta y la necesidad de gestionar políticas que den respuesta a la misma.
Recientemente y al parecer, asimilando la imagen negativa que tejió durante el 2022, Cartuccia dijo que pese a su deseo y preparación para ser intendente, entendería que las condiciones no estén preparadas y tener que buscar la reelección a diputada. Lo que no queda en claro es cual la preparación para llegar a la intendencia de alguien que niega la pobreza, indigencia y el trabajo infantil, siendo problemáticas que necesitan de acción urgente en Salta.
Tampoco queda claro cuál fue la preparación de Laura Cartuccia en noviembre pasado, cuando utilizó su rol de Titular de la Comision de Derechos Humanos para dar marcha atrás al Proyecto de la Ley de Memoria, Verdad y Justicia, el cual tiene por fin la conservación de archivos, información y sitios de memoria de los genocidios por terrorismo de Estado en Salta. La iniciativa también busca la formación y educación en Derechos Humanos, sobre todo en los colegios.
Al respecto, Cartuccia utilizó sus redes nuevamente en contra de los derechos y sostuvo «hay que dejar de mirar atrás y mirar hacia adelante». Lo que se olvidó la diputada es que como sociedad para mirar hacia adelante, antes debemos construir entre todos una memoria colectiva, que nos ayude a conocer el pasado, pensarnos en el presente y a reconocer que hechos de la historia no queremos que se vuelvan a cometer. Basta reafirmar que Salta necesita al frente aquellos que dediquen debates y gestión en pos de las realidades sociales, las cuales están muy lejos de lo que reflejan los espectáculos.