«Acá en Vaca Muerta tenemos gas para 200 años (…) la energía de transición hacia las energías renovables», destacó el presidente Alberto Fernández al encabezar un acto en el yacimiento Loma Campana de YPF, en Vaca Muerta, donde comenzará la construcción del gasoducto Néstor Kirchner.
El mandatario subrayó que se está poniendo en valor «algo muy importante para el desarrollo de la Argentina, porque no hay posibilidad de que la Argentina se desarrolle sin industria, no hay posibilidad de que la industria crezca sin energía y no hay posibilidad de que esa energía no salga de otro lugar que no sea del suelo argentino».
«Estamos parados sobre una enorme reserva de gas, que no tiene valor si no se transporta», advirtió Fernández, al tiempo que anunció que «el gasoducto, con toda justicia, se llamará Néstor Kirchner (…) el mejor presidente que la democracia haya conocido».
«Yo celebro muchísimo que la Argentina pueda tener una empresa de bandera, que sirva como empresa testigo para ver hacia dónde va el desarrollo energético del país y cómo atraviesa la transición» de un modelo a otro, señaló el Presidente más adelante.
El jefe de Estado remarcó la importancia de la recuperación de YPF durante el kirchnerismo, y aseveró que si bien «durante años la Argentina necesitó importar energía, (ahora) estamos revirtiendo» ese proceso.
«Es esencial que YPF siga creciendo, que siga investigando, produciendo, buscando petróleo y gas, y que pueda distribuirlo para que la argentina crezca federalmente», resumió Fernández.
Del acto también participaron el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez; su par bonaerense, Axel Kicillof; el secretario de Energía, Darío Martínez; el titular de YPF, Pablo González, y de manera virtual, desde Washington, el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Por su parte, el gobernador bonaerense aseguró que «desde que se recuperó YPF, Vaca Muerta no es un sueño sino que es la realidad», y que «la decisión política de recuperar la compañía también le puso futuro a la Argentina».
Gasoducto Néstor Kirchner
Se trata de una obra que el Gobierno nacional considera fundamental para ampliar la capacidad de transporte del gas que se producirá de manera no convencional.
Es la mayor obra energética de la actual gestión y la más importante de los últimos 40 años.
El nuevo gasoducto, de 558 kilómetros de extensión, será construido en dos etapas, la primera de las cuales unirá las localidades neuquina de Tratayén y la bonaerense de Salliqueló.
El nuevo ducto permitirá incrementar la capacidad de transporte en 24MMm3/día con un costo aproximado de 1500 millones de dólares, y será financiado con fondos del Tesoro y del Aporte Solidario de las grandes riquezas.
La segunda etapa permitirá llegar al sur de la provincia de Santa Fe, a la localidad de San Jerónimo, que permitirá abastecer a centros urbanos e industriales del centro y norte del país, como así también la exportación de gas a Brasil y al norte de Chile.