Todos los medios nacionales aseguran que ayer hubo una reunión por Zoom entre el presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y otros funcionarios. Allí analizaron la posibilidad de endurecer las medidas que están vigentes desde el viernes pasado, aunque también hablaron de la actitud que están asumiendo los mandatarios provinciales. Recordaron que en el artículo 17 del decreto habilita a los gobernadores a limitar aún más la realización de determinadas actividades y la circulación por horarios o zonas; pero en Nación interpretan que mandatarios e intendentes no hacen mucho para evitar la segunda ola para evitar pagar el costo político.

“El Presidente tomó en cuenta la cantidad de contagios y la posibilidad de que colapse el sistema sanitario. Durante estas jornadas mantendrá conversaciones con los gobernadores por separado y no se descarta un Zoom del que participen todos, con el objetivo de que asuman la decisión de focalizar los cierres en los centros urbanos donde se registran la mayor cantidad de casos de coronavirus. A priori, el endurecimiento de medidas no incluye el cierre de colegios, de empresas, fábricas y comercios (…)En el Gobierno consideran que en el ámbito laboral la situación está bajo control: la gente no se contagia trabajando; la transmisión del virus se da en actividades sociales donde no se respetan las medidas de cuidado, distanciamiento y aforo”, destaca el sitio Infobae en su edición de hoy.

El otro foco de contagio se da en el transporte público donde, además de reforzar los controles, el Poder Ejecutivo intentará reformular su uso. Hasta allí llegará el Gobierno Nacional, el resto de las decisiones recaerán en los gobernadores. Alberto Fernández se encuentra frente al avance de la segunda ola en un contexto de escasez de vacunas e incertidumbre sobre la llegada de nuevas dosis. “El Presidente se hace cargo del Estado Nacional, pero los gobernadores se deben hacer cargo de sus provincias y los municipios”, afirman en Casa Rosada.

Las restricciones que se apliquen serán antes de que culmine abril. El actual decreto se encuentra vigente hasta el día 30. Hoy continuarán las reuniones para afinar el alcance de las medidas que necesitarán de un acuerdo político no solo con la oposición, sino también con los mandatarios oficialistas. Axel Kicillof habla de la necesidad de restricciones más duras. Su gabinete lo acompaña a coro pero, pese a estar facultado a tomar sus propias decisiones, solo se diferenció de la Ciudad de Buenos Aires en lo que respecta al horario de libre circulación y de cierre de comercios. El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, sugirió cerrar todo durante tres semanas para estabilizar la escalada de contagios, pero Provincia aguarda que sean los intendentes los que den el primer paso con sus exigencias para luego plantearle a Nación el escenario y que sea quien tome la decisión final.

Fuente: Cuarto.com

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