A tres semanas de iniciadas las protestas se agudiza la crisis en Colombia. El presidente Iván Duque anunció que ordenó el «máximo despliegue de todos los niveles de la fuerza pública» para levantar los bloqueos de calles y rutas que desde hace 21 días mantienen miles de manifestantes en el país, como parte del paro nacional que reclama cambios económicos y el fin de la represión.
«Hemos dado instrucciones a todos los niveles de fuerza pública para que en los territorios de Colombia, con gobernadores y alcaldes, desplieguen su máxima capacidad operacional para que, dentro de la proporcionalidad y del estricto cumplimiento de los derechos humanos y su protección, le permitan a todos los colombianos recuperar la movilidad y el bienestar», aseguró.
«Aquí no hay dictadura, no hay opresión, hay una democracia», agregó en un video.
Duque defendió «el fundamento constitucional para la protesta pacífica», pero calificó de «ilegales» a los bloqueos y denunció: «Hay un claro interés criminal de afectar y sabotear la economía».
En esa línea, el ministro de Hacienda atacó ayer a los manifestantes que bloquean rutas y los responsabilizó de generar grandes costos para la economía del país, que «superan los 480.000 millones de pesos» (US$130 millones), dijo.
Al menos 50 personas han muerto durante las protestas, la mayoría a manos de efectivos de las fuerzas de seguridad, y casi 600 fueron heridas, de las cuales unas 37 sufrieron lesiones oculares por disparos efectuados por la Policía. Además, se detuvo de manera arbitraria a unas 1.430 personas, se ha cometido violencia sexual contra 21 mujeres y hay más de 520 personas reportadas como desaparecidas.
Fuente: El Tribuno