Al exponer un informe de gestión en el Senado, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, recibió fuertes críticas de legisladores de Juntos por el Cambio, que buscaron arrinconar al funcionario e insistieron en que el Gobierno «perdió la oportunidad de contar con millones de dosis» de vacunas contra la COVID-19.
Picante, el ministro acusó a Juntos por el Cambio de tener «una obsesión» con el laboratorio Pfizer y afirmó que muchos opositores «parecen visitadores médicos antes que dirigentes políticos».
El fueguino Pablo Blanco (UCR) salió al cruce de estas declaraciones al sostener que no está «obsesionado» con Pfizer sino que está «obsesionado con que el país tenga vacunas».
En este marco, lamentó que el Gobierno no haya hecho opción para obtener la mayor cantidad de dosis a través del mecanismo Covax, y aseguró que «desde que las vacunas estuvieron disponibles hay más de 30.000 muertos» en el país.
«Alguien tiene que hacerse responsable de esto, porque las vacunas podrían haber disminuido considerablemente las muertes de argentinos», enfatizó.
Cafiero le contestó que no existen esos millones de vacunas de Covax ya que a la fecha el promedio de entrega de dosis en los países que participan del mecanismo es de dos millones, la misma cantidad que recibió Argentina hasta ahora.
«Si la estrategia del senador era solamente depender del fondo Covax, hoy estaríamos en un problema muchísimo mayor», explicó el ministro, que aclaró que la estrategia del Gobierno fue realizar negociaciones bilaterales con todos los laboratorios.
En la misma sintonía que Blanco, el jujeño Mario Fiad (UCR) lamentó que se haya «comprado la mínima cantidad de vacunas» a través del mecanismo Covax, y cuestionó al Gobierno por no poder acordar con el laboratorio Pfizer.
«La Argentina perdió la oportunidad de contar con millones de dosis al no haber concretado el acuerdo por Pfizer, como también perdió la oportunidad con Covax», se quejó, y advirtió: «Perder vacunas, es perder vidas», advirtió.
Por su parte, el cordobés Julio Martínez (UCR) aprovechó su tiempo para contestar una chicana de Cafiero: «No somos visitadores médicos. Somos una fuerza a la que le preocupa la salud de la gente».
El radical insinuó que la vicepresidenta Cristina Kirchner intervino para evitar el acuerdo con Pfizer por ser una empresa estadounidense: «No encontramos explicaciones y ustedes no la dan. A no ser que en este sistema vicepresidencialista que tenemos alguien se paró de manos y dijo que no quiere vacunas de Estados Unidos y que hay que buscarlas en los aliados de nuestra política exterior», señaló con suspicacia.
La senadora del PRO Laura Rodríguez Machado también cuestionó que el Gobierno no haya aprovechado la oportunidad de maximizar la compra a través de Covax y al respecto le preguntó a Cafiero si «van a seguir guardando dólares en lugar de comprar vacunas».
También le preguntó si el Gobierno cumplirá con el objetivo que, según dijo, en su momento había planteado el ex ministro de Salud Ginés González García de «llegar en julio a la inmunidad de rebaño», para lo cual es necesario que el 70% de la población esté vacunada.
La macrista mencionó que al momento sólo el 6,4% de la ciudadanía se inoculó con dos dosis y el 21% con una sola, con lo cual concluyó que el objetivo de la inmunidad de rebaño no se lograría de acuerdo a las expectativas.
Cafiero negó que el Gobierno se haya fijado la meta de llegar a la inmunidad de rebaño para julio, y le aclaró a Machado que «siempre se habló de cumplir con la vacunación de la población objetivo».
En el discurso que pronunció en la primera parte de su presentación, el jefe de Gabinete sostuvo que mientras el presidente Alberto Fernández «se la juega por salvar la vida de argentinos y las argentinas, la oposición se juega la próxima elección y los medios se juegan el rating».
El funcionario arremetió contra el Gobierno de la Ciudad y a la Corte Suprema por el incumplimiento de la suspensión de la presencialidad educativa que Nación dispuso para contener el avance del coronavirus.
Nuevo cruce por vacunaciones
CABA y Nación, enfrentados por los docentes universitarios.
El Gobierno nacional y la Ciudad de Buenos Aires protagonizaron un nuevo cruce, otra vez vinculado al plano educativo. El ministro de Educación, Nicolás Trotta, dijo que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, “incumplió” el compromiso que tenían de vacunar a los docentes universitarios tras una reunión con rectores.
Trotta y su secretario de Políticas Universitarias, Jaime Perczyk, recibieron en el Palacio Sarmiento a tres autoridades de universidades nacionales con sede en CABA: a Alberto Barbieri (rector de la UBA), a Sandra Torlucci (rectora de la Universidad Nacional de las Artes) y a Haroldo Avetta (vicerrector de la UTN).
El reclamo unánime de las casas de estudio, que luego tomó Trotta como propio, fue por la demora en la vacunación de su personal.
“La Ciudad Autónoma de Buenos Aires es la única jurisdicción que no está cumpliendo con la resolución del Consejo Federal de Educación (CFE) que en febrero resolvió el orden de vacunación para las y los docentes con el fin de garantizar la mayor presencialidad posible y cuidar la salud de la comunidad educativa. Se conformaron cinco grupos priorizados entre los cuales se encuentran los docentes y no docentes de institutos de educación superior y universidades”, expresó el ministro de Educación.
En las cinco etapas que menciona Trotta, los profesores universitarios están ubicados en el último grupo.
En total, son casi un millón y medio de docentes a inocular, que fueron categorizados como personal estratégico. Los universitarios representan poco menos del 20 por ciento.
Fuente: El Tribuno