Tras una serie de denuncias por parte de los mismos reclusos, la justicia salteña accedió a inspeccionar las condiciones en las que se hallan las principales cárceles de la provincia. Así se dieron con que todas rebasan el número de personas para el que están preparadas. A ello se suma la falta de infraestructura adecuada, las enfermedades y la presencia de alimañas.
Las inspecciones se realizaron durante los primeros días de este mes. Luego el juez de Garantías del Tribunal 4 de Salta, Diego Rodríguez Pipino, emitió un fallo ordenando al ministro de Seguridad de la Provincia, Abel Cornejo, a «tomar los recaudos para hacer cesar en forma inmediata las circunstancias de agravamiento de las condiciones de detención de las personas privadas de la libertad».
Lo que hallaron en los 3 centros de detención de máxima seguridad fue lo siguiente: En la Alcaidía General 1 de Salta, ubicada en la Ciudad Judicial capitalina, se registra el mayor hacinamiento de las dependencias del Servicio Penitenciario provincial. Tienen rebasada su capacidad 146%. Pueden albergar hasta 350 personas y el día de la visita había 863 personas recluidas.
Algo similar pero no tan extremo sucede en la Unidad Carcelaria 5 de Tartagal; que con con 320 presos, excede en un 36% su capacidad. Después está la Unidad Carcelaria 1 de Villa Las Rosas, donde se albergan 1.951 personas y el porcentaje de superpoblación es del 34% . Tiene en sus celdas aproximadamente 663 personas por arriba de la capacidad, de acuerdo al último reporte oficial que se dio a conocer en octubre pasado.