Para las empresas tampoco es fácil. Saben que las pérdidas provocan aumentos de precios en las materias primas, y también se le suman otros incrementos como los peajes, internet, colegios, etc., que impactan en los costos.
Y lo mismo va a suceder con las paritarias que, ni lerdos ni perezosos, ya lanzaron varios gremios, pero que pueden complicar adicionalmente los intentos del Gobierno de contener la inflación, pero también el humor social.
“Los que pueden están sacando gente, como sucede con los edificios nuevos que ya ni tienen casa para el encargado; o los de seguridad, que los van sustituyendo con servicios de vigilancia a distancia, mucho más baratos y con menos problema. El asunto son algunos gremios monopólicos. Hoy son pocos los capitales que se animan a poner una empresa con este escenario, entonces el trabajo es cada vez más irregular, al punto que el trabajo en blanco en Argentina pasó de 35% a 15%, y sigue bajando”, confió el gerente de una empresa local, con muchos problemas entre sindicatos que se disputan parte de sus empleados, durante un zoom de especialistas justamente sobre la cuestión sindical.