El Papa emérito Benedicto XVI reconoció que estuvo en una reunión de 1980 sobre un caso de abuso sexual cuando era arzobispo de Múnich, diciendo que le contó por error a los investigadores alemanes que no estuvo allí.

Un informe publicado la semana pasada sobre los abusos en la arquidiócesis entre 1945 y 2019 dijo que el entonces cardenal Joseph Ratzinger no tomó medidas contra los clérigos en cuatro casos de presuntos abusos cuando era su arzobispo entre 1977 y 1982.

En la conferencia de prensa del jueves en Múnich, los abogados que investigaron los abusos impugnaron la afirmación de Benedicto en una declaración de 82 páginas de que no recordaba haber asistido a una reunión en 1980 para discutir el caso de un sacerdote abusador.

Dijeron que esto contradecía los documentos en su poder.

En una declaración el lunes, el secretario personal del Papa emérito, el arzobispo Georg Gänswein, dijo que Benedicto XVI sí asistió a la reunión, pero que la omisión «fue el resultado de un descuido en la edición de la declaración» y «no se hizo de mala fe».

Gänswein dijo que en la reunión de 1980 no se tomó ninguna decisión sobre un nuevo destino para el sacerdote, sino sólo una petición para proporcionarle alojamiento durante el tratamiento terapéutico.

«Él (el Papa emérito) está muy arrepentido de este error y pide ser excusado», dijo Gänswein.

Dijo que Benedicto planeaba explicar cómo ocurrió el error después que termine de examinar el informe de casi 2.000 páginas, enviado electrónicamente el jueves pasado.

Benedicto XVI, de 94 años, enfermo y viviendo en el Vaticano, renunció al papado en 2013.

«Está leyendo atentamente las declaraciones allí expuestas, que le llenan de vergüenza y dolor por el sufrimiento infligido a las víctimas», dijo Gänswein. Una revisión completa «llevará algún tiempo debido a su edad y salud», añadió.

(Reporte de Philip Pullella; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí