Rusia se comprometió a que los equipos militares que entregue a Venezuela no van a terminar en poder de grupos armados ilegales ni serán utilizados para atacar a Colombia o desestabilizar a la región, dijo la vicepresidenta y canciller colombiana, Marta Lucía Ramírez.
Bogotá y Moscú enfrentaron un roce diplomático la semana pasada después de que el ministro colombiano de Defensa, Diego Molano, denunció injerencia de Irán y Rusia en la frontera de Colombia con Venezuela por la movilización de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana con asistencia técnica y apoyo de esos países.
La movilización de militares venezolanos con la cooperación de Irán y Rusia se detectó en el estado Apure, frente al departamento colombiano de Arauca, en donde una disidencia de las FARC aliada con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) combate contra otra facción de las FARC que rechazó un acuerdo de paz, según Molano.
«Requerimos nosotros que no haya el más mínimo riesgo de que la cooperación militar que existe entre Rusia y Venezuela desde mucho tiempo atrás, no vaya eventualmente por descuido o la razón que sea a terminar cualquier equipo militar ruso en manos de grupos ilegales que hacen presencia en la frontera», dijo Ramírez a periodistas el lunes en la noche.
«El embajador ruso nos ha expresado que ninguna cooperación militar de Rusia a Venezuela se utilizará jamás para una acción militar en contra de Colombia, ni de ningún país de América Latina, ni para afectar la estabilidad de la región», agregó la funcionaria, quien dio por superado el incidente diplomático.
Durante un encuentro del lunes en la noche con el embajador de Rusia en Colombia, Nikolay Tavdumadze, la canciller, el ministro de Defensa y otros funcionarios solicitaron garantizar la aplicación de la certificación de usuario final de los equipos militares que Moscú entregue a Venezuela para evitar que los mismos puedan utilizarse por terceros.
Tavdumadze dijo que se aclaró la situación con Colombia y que se debe mantener el diálogo por los canales diplomáticos.
El Gobierno de Colombia acusa al presidente venezolano, Nicolás Maduro, de proteger en territorio de la nación petrolera a disidentes de las FARC y al ELN, aunque el mandatario socialista lo niega insistentemente.
Arauca, una región petrolera y ganadera del noreste de Colombia en la frontera con Venezuela, como muchas otras zonas del país cafetero, enfrenta una escalada de violencia reciente que ha dejado por lo menos 60 personas muertas.
Aunque el acuerdo de paz con las FARC redujo inicialmente la violencia en Colombia, con el paso de los años se incrementó de nuevo debido a que otros grupos armados como el ELN y bandas criminales ocuparon los territorios que dejaron los rebeldes desmovilizados.