El principio de entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que anunció el Gobierno mantiene a los economistas argentinos preocupados y entre ellos se repite un mismo mensaje: el acuerdo resulta una condición necesaria, pero no suficiente, para reacomodar la economía nacional.

Además, ante la falta de tratamiento del programa en el Congreso y las tensiones internas dentro del oficialismo que podrían trabar su aprobación, los especialistas remarcan que el anuncio del acuerdo por parte del presidente Alberto Fernández y su ministro de Economía, Martín Guzmán, aún no resuelve ningún factor concreto.

Esta misma línea sostiene el reconocido economista Miguel Ángel Broda, quién asegura que el plan acordado con el FMI no se trata de un programa de crecimiento o de estabilización económica, sino de un elemento utilizado para frenar una crisis aún mayor.

LAS DEFINICIONES DE MIGUEL ÁNGEL BRODA

Según Broda, el acuerdo anunciado por el Ejecutivo que aún aguarda su aprobación en el Congreso se trata de «un programa coyuntural para evitar una crisis mayor de inflación de tres dígitos«.

El economista asegura que los lineamientos que la Argentina cerró con el Fondo no apuntan ni a la «estabilización ni al crecimiento» de la economía, por lo que «no se le puede pedir al programa resultados muy positivos en lo que no busca».

Es por esto que Broda remarca que el entendimiento entre Argentina y el FMI se dio «no por convicción sino por resignación» debido a la fuerte crisis económica nacional, razón por la que asegura que «no se quiso» acordar antes ya que «iba en contra del populismo gobernante y contra las ideas del ministro de Economía».

«El acuerdo para el populismo significa una restricción inaceptable«, agregó en diálogo con Radio Rivadavia, indicando que el cierre de un acuerdo con mayor antelación hubiera ordenado los precios relativos y cómo se financia el gasto público. Es por esto que Broda considera que el oficialismo no se apuró en cerrar con el FMI debido a los costos políticos del entendimiento.

Sin embargo, los vencimientos del 2022 pusieron al Gobierno entre las cuerdas y obligaron a llegar a un programa en común pese a las diferencias: «En este momento sin reservas netas, no teníamos chances de cumplir con el vencimiento del 28 de enero«, aseguró.

LAS «CONSECUENCIAS INDESEADAS» DEL ACUERDO CON EL FMI 

El hecho de que el entendimiento con el FMI se haya aplazado prácticamente hasta el último momento y que se haya apurado para «evitar una crisis mayor», empujó a Broda a vaticinar «consecuencias indeseadas» para la economía con dos años «agónicos» por delante.

Así lo pronosticó en tono sombrío: «Vienen dos años agónicos de bajísimo crecimiento y alta inflación. Este año, si cumplimos con las metas intra año, vamos a crecer a tasa cero».

Broda también aseguró que el crecimiento que la economía observará en el 2022 se deberá únicamente a «lo que recibamos de arrastre del 2021«, es decir, alrededor del 3%. Además, el economista espera que la tasa de inflación «difícilmente sea menor a la del año pasado».

Por otro lado, respecto a la aprobación del acuerdo con el FMI en el Congreso, proyecto principal que ocupará a los legisladores al inicio de las sesiones ordinarias de marzo; Broda mostró su preocupación respecto al «silencio» de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner: «Sabemos lo que hizo Máximo (Kirchner) pero no sabemos qué instrucciones va a dar la vicepresidenta a sus senadores».

Finalmente, también indicó que las revisiones trimestrales de parte del FMI a la Argentina que el Gobierno acordó con el organismo financiero internacional serán «incómodas» para todo el país: «Entiendo que en las dos primeras revisiones el Gobierno va a intentar hacer un esfuerzo por cumplir las metas, pero también habrá oposición e incertidumbre y eso generará estrés en el país«, vaticinó.

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