El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, lamentó este viernes la decisión «deliberada» de la OTAN de no establecer una zona de exclusión aérea en Ucrania, adoptada por los cancilleres del bloque en una reunión que para el mandatario fue «floja y confusa».
«Hoy, la dirección de la Alianza (Atlántica) dio el visto bueno a la continuación de los bombardeos contra ciudades y pueblos ucranianos, negándose a instaurar una zona de exclusión aérea», advirtió Zelenski en un video publicado por la Presidencia.
Cuestionó el mandatario que «a pesar de saber que nuevos bombardeos y nuevas bajas resultan inevitables, la OTAN decidió de manera deliberada no cerrar el espacio aéreo de Ucrania».
«Entendemos que los países de la OTAN se han creado ellos mismos un relato, según el cual el cierre del espacio aéreo de Ucrania provocaría un agresión directa de Rusia contra la OTAN», añadió.
Tras el encuentro de los responsables de Relaciones Exteriores, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, descartó la chance de acceder al pedido ucraniano de una zona de exclusión aérea.
«Los aliados acordaron que no debemos tener aviones sobre el espacio aéreo de Ucrania, ni tropas de la OTAN en el territorio de Ucrania», declaró el diplomático noruego.
Para Stoltenberg, «la única forma de implementar una zona de exclusión aérea» con el envío de aviones de combate que tendrían que derribar cazas rusos que operan en Ucrania, lo que desataría algo que «puede convertirse en una guerra total en Europa, envolviendo a muchos otros países y causando mucho más sufrimiento humano».
En sus cuestionamientos, Zelenski, además de hablar de «una cumbre débil y confusa», juzgó que «se vio que no todos consideran la lucha por la libertad en Europa como el objetivo número uno», reportaron las agencias AFP y Sputnik.
Hace 9 días que tropas rusas ingresaron en territorio ucraniano, presuntamente en defensa de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, reconocidas por Moscú como Estados soberanos, y que habrían pedido ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev.
Desde el 24 de febrero, el ataque dejó varios cientos de civiles muertos, miles de refugiados en países vecinos y apenas una vía de diálogo abierta entre los dos países.