El buque insignia de la flota rusa en el mar Negro, el crucero Moskva, se hundió anoche tras una explosión y un incendio que las autoridades ucranianas reivindican que fue provocado por un ataque exitoso con misiles.

«Durante el remolque del buque Moskva hacia el puerto de destino, la nave perdió su estabilidad a causa de los daños en el casco por el incendio tras la explosión de municiones», declaró el Ministerio de Defensa ruso, citado por la agencia estatal TASS. «En condiciones de mar agitado, el buque se hundió», añadió la cartera.

El ministerio ruso había indicado antes que el incendio estaba «circunscrito», y que el crucero «conservaba su flotabilidad», al mismo tiempo que investigaba las causas del siniestro. Ningún balance fue suministrado, aunque las autoridades señalaron que sus cientos de tripulantes fueron evacuados.

Como respuesta Rusia amenazó con intensificar sus ataques contra Kiev, tras acusar a Ucrania de bombardear pueblos en su territorio y al día siguiente del hundimiento de su buque insignia en el mar Negro.

«El número y la magnitud de los ataques con misiles en lugares de Kiev aumentarán en respuesta a todos los ataques de tipo terrorista y a los sabotajes perpetrados en territorio ruso por el régimen nacionalista de Kiev», anunció el portavoz del ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov.

De forma simultánea el ministerio informó de la destrucción de una fábrica de misiles tierra-aire cerca la capital ucraniana. Horas antes, durante la noche, las autoridades regionales ucranianas reportaron explosiones al suroeste de la Kiev, en el distrito de Vasylkiv.

Las alarmas antiaéreas resonaron en varias ocasiones en las últimas horas, dijo el gobernador de la región de Kiev, Olexandre Pavliuk en Telegram.

Moscú afirma que Ucrania bombardeó pueblos rusos en la frontera, unas acusaciones rechazadas por Kiev. Según los ucranianos, son los servicios secretos rusos los que ponen en práctica «ataques terroristas» en esa región para alimentar la «histeria antiucraniana» en Rusia.

El Comité de Investigación ruso afirmó que dos helicópteros ucranianos «equipados con armamento pesado» habían entrado en su territorio y llevado a cabo «al menos seis disparos contra viviendas residenciales del pueblo de Klimovo», en la región de Briansk. Hubo siete heridos, entre ellos un bebé.

Rusia también afirmó el viernes haber matado a 30 «mercenarios polacos» en un bombardeo en el noreste de la Ucrania, en un momento de gran tensión entre Moscú y Varsovia.

Estos anuncios tienen lugar al día siguiente de la pérdida del buque insignia de la flota rusa en el mar Negro, el «Moskva».

Este navío lanzamisiles de 186 metros de eslora se hundió el jueves, tras declararse un incendio accidental, según Moscú. Kiev, sin embargo, asegura que uno de sus misiles lo alcanzó.

El portavoz del Pentágono, John Kirby, indicó que el hundimiento del «Moskva» es un «duro golpe» a la flota rusa en el mar Negro, aunque admitió que Estados Unidos no pudo verificar cual versión es la correcta.

Esto «va a tener un efecto» porque era «una parte clave» de su contingente para establecer un dominio naval en el mar Negro, dijo a CNN.

El buque «aseguraba la cobertura aérea de otras naves durante sus operaciones, especialmente para el bombardeo de la costa y las maniobras de desembarco», precisó por su parte el portavoz de la administración militar de Odesa, Serguéi Bratchuk.

Desde el inicio de la guerra, Zelenski se ha mantenido atrincherado con su administración en el centro de la capital, desde donde no ha dejado de pedir a los países occidentales armamento pesado para resistir a la ofensiva rusa.

«Rusia trajo miles de tanques, piezas de artillería y todo tipo de armas pesadas a la región, esperando aplastar simplemente a nuestro ejército», dijo el jueves su ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba.

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