Pocos países exigen a las empresas que calculen y publiquen sus balances de emisiones de gases de efecto invernadero, pero las legislaciones se multiplican, especialmente para los mayores líderes y los grupos que cotizan en bolsa. Aún así, cada vez son más quienes analizan su huella de carbono y apuestan por cuidar al planeta.
Ante la magnitud de la tarea para reducir las emisiones y los riesgos de «lavado verde» por parte de las empresas, los expertos destacan la importancia de conocer las etapas del cálculo que pueden ser una obligación, legal o una medida voluntaria.
A la espera de que se elabore una norma universal, existen tres metodologías principales: el GHG Protocol (Estados Unidos), el Balance de Carbono (Francia) y la norma ISO 14067 (Internacional), desarrolladas a principios de 2000 y compatibles entre sí a pesar de algunas diferencias.
Cómo se clasifican las emisiones por sectores
- Emisiones directamente vinculadas con las actividades de la empresa (combustión in situ, flota de vehículos, etc)
- Aquellas vinculadas con la producción de la energía que consume (electricidad, calor/frío)
- Vinculadas indirectamente a la producción en sentido ascendente (compra de bienes y servicios, transporte, bienes inmovilizados, desplazamientos profesionales, inversiones) y en sentido descendente (residuos, utilización y fin de vida de los productos, franquicias, entre otros)
Las obligaciones legales solo se refieren a los puntos 1 y 2, pero para Fanny Fleuriot, coordinadora de contabilidad del carbono de la Agencia de Medio Ambiente y Control de la Energía (Ademe), «limitarse a ellos equivale a perder 70% de su impacto», ya que el punto 3 representa a menudo la mayoría de las emisiones.
Cómo se analizan las guía sectoriales
El primer paso es identificar los principales puntos de emisión y decidir si se recurre a un organismo especializado, explica Fanny Fleuriot.
En tanto, las empresas definen el año que servirá de base para los objetivos de reducción -a menudo el del primer balance- y el perímetro.
Sanciones internacionales por la cantidad de gases de efecto invernadero
- Desde 2013, la Companies Act obliga a las empresas en el Reino Unido que cotizan en Bolsa a incluir en su informe anual la cantidad de gases de efecto invernadero emitida por los puntos 1 y 2.
- Desde abril de 2019, esta obligación también se aplica a las grandes empresas y a algunas otras que consumen más de 40.000 kWh de energía.
- El departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) proporciona una metodología y una base de datos.
- En Francia, las empresas con más de 500 empleados deben publicar y actualizar cada cuatro años su balance de emisiones y su plan de transición desde 2010.
- A partir de 2019, se puede aplicar una sanción de hasta 10.350 dólares (20.700 dólares si hay reincidencia) en caso de incumplimiento o no conformidad.
- En 2018, la obligación afectaba a unas 3.200 empresas, con una tasa de cumplimiento del 36%, según la Agencia de Medio Ambiente y Control de la Energía (Ademe).
- En Japón, la obligación -que data de 2006- afecta a las empresas de determinados sectores (energía, transportes), así como a las que tienen más de 20 empleados y emiten más del equivalente de 3.000 toneladas de CO2.