El euro subió este lunes 0,9% frente al dólar siguiendo la tendencia de las últimas ruedas y su cotización, que se había ubicado por debajo de la paridad recientemente con la moneda estadounidense, trepó hasta 1,019.
Este martes se conocerá el dato de la inflación de agosto en Estados Unidos y el mercado descuenta que mostrará una desaceleración desde el 8,5% de julio a 8%. Con ese dato se supone que la Reserva Federal ya no tendrá necesidad de subir tanto la tasa de interés en el futuro y que en caso de subirla en 75 puntos básicos en su próxima reunión prevista para el 21 de septiembre, sería la última de esa magnitud.
Una encuesta del Banco de la Reserva Federal de Nueva York mostró que los estadounidenses esperan que la tasa de inflación continúe bajando en los próximos años. A su vez, el Banco Central Europeo empezó un ciclo alcista de la tasa y anunció que seguirá adelante con el apretón monetario.
- Por lo tanto, el diferencial de tasas tendería estabilizarse y eventualmente a achicarse y eso frenaría el deterioro del euro frente al dólar que este año cayó al nivel más bajo desde su creación.
De todas maneras, los analistas destacan que la debilidad del euro durante los últimos años no estuvo relacionada exclusivamente a las diferentes políticas monetarias sino que también influyó el flojo desempeño de la economía de la eurozona que fue la región del mundo, por cercanía geográfica y estructura económica, más afectada por la invasión de Rusia a Ucrania. Y como esa realidad no se modificaría en el corto plazo porque la zona euro podría caer en una recesión, la moneda común no tiene mucho margen para recuperarse.