El electo presidente de Brasil, Lula da Silva, prepara una importante ampliación del número de ministerios por un lado, para facilitar la reimplementación de políticas exitosas de sus anteriores gobiernos (2003-2010) y, por el otro, para garantizar la estabilidad de la amplia coalición de partidos que apoyó su campaña en el balotaje, constituida por una decena de fuerzas políticas.

Ya durante la campaña, el exmandatario y líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), había anticipado que sumaría nueve ministerios al esquema actual de 23, lo que representa un incremento del 40% en las carteras del gobierno. La mayoría son dependencias que el actual presidente Jair Bolsonaro fusionó con otras para reducir el tamaño del Estado.

De acuerdo a un relevamiento de O Globo, el tercer gobierno de Lula da Silva restituirá ministerios como Planificación, Finanzas y Pequeñas Empresas (fusionados por Economía); Igualdad Racial, Derechos Humanos y Mujer (unificados por Bolsonaro); Seguridad Social, Seguridad Pública y Pueblos Originarios (área ahora subordinada a Justicia), además de Pesca (anexada actualmente a Agricultura), y Cultura (que pasó a formar parte de Turismo).

El gabinete ampliado permitirá al electo mandatario dar representación en su administración a los diez partidos que acompañaron al PT en la campaña electoral al igual que a las figuras que se sumaron luego de la primera vuelta para garantizar un triunfo del izquierdista por sobre Jair Bolsonaro.

Los nombres del equipo de Lula

Así, se da por descontado que Simone Tebet, quien fue la candidata presidencial del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y resultó tercera en la primera vuelta, ocupe un ministerio. Ella misma se posicionó para liderar políticas en educación o agricultura.

Marina Silva, quien fue ministra de Medio Ambiente de Lula antes de sumarse a la oposición, también figura entre las dirigentes que tendrá un lugar en el equipo de gobierno pese a que fue electa diputada por su fuerza Rede. Sus participaciones en la campaña lulista las centró en la agenda verde y fue nexo con el electorado evangelista.

El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), de Geraldo Alckmin, vicepresidente electo, tendrá un lugar preponderante en el gabinete con el control de ministerios de articulación política así como los de Justicia y Ciencia y Tecnología.

Fernando Haddad, quien perdió ante el bolsonarismo la gobernación del estado más importante de Brasil: San Pablo y a quien muchos dentro del PT le adjudican los errores de la campaña de Lula da Silva, posiblemente dirija el Ministerio de Hacienda, de acuerdo a Globo, que actualmente se encuentra bajo el control de Economía.

El gran interrogante sigue siendo quién ocupará ese cargo, algo que desvela al mercado que, desde la primera vuelta, viene exigiendo a Lula precisiones sobre la agenda económica y el equipo que la implementará.

Algunos sectores desean que el propio Alckmin, que ofició de nexo entre el expresidente y los empresarios, asuma la cartera además del segundo lugar en la estructura del ejecutivo de Brasil. Otros ven con beneplácito que el economista ortodoxo Henrique Meirelles –que dirigió el Banco Central en los anteriores gobiernos lulistas- tenga ese rol en esta tercera administración.

En tanto, figuras centrales del PT y de demostrada confianza de Lula ocupará los principales puestos de articulación política, un área clave teniendo en cuenta el fuerte protagonismo del bolsonarismo en el Congreso.

La presidenta del PT, la senadora Gleisi Hoffmann, se hará cargo de la Casa Civil (jefatura de gabinete), mientras que José Guimarães (PT) y Wellington Dias (PT) tienen posibilidades de ocupar el ministerio a cargo de la articulación con el Legislativo.

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