Claudia tiene 33 años y es de La Puntana, una comunidad ubicada a 45 kilómetros de Santa Victoria Este. Recientemente se convirtió en la primera representante del arte telar wichí en obtener un reconocimiento tras los 110 años de existencia del Salón Nacional de las Artes.

Aprendió a tejer observando a las mujeres de la comunidad. Luego lo hizo por su cuenta y fue perfeccionando una técnica que posteriormente llamó la atención de la curadora tucumana Andrea Fernández, quien hizo talleres de tejido en la comunidad y ahí trabó amistad con Claudia.

«Nosotras estábamos haciendo otro tipo de trabajo en los territorios, más con las artesanas, con las tejedoras» de las comunidades de La Puntana, en el municipio de Santa Victoria Este, y recién «este año nos hemos empezado a involucrar más con el mercado de arte» porque «vimos que vendiendo en el mercado de arte se gana muchísimo más que vendiendo los trabajos como artesanías», comentaron en una reciente entrevista.

De todas maneras, 2022 fue un año fructífero para la artista wichí en cuanto al reconocimiento obtenido por los centros hegemónicos. Así, obtuvo el Premio Adquisición de la Colección Ama Amoedo en Miami y del Museo de Arte Contemporáneo de Salta. También logró vender obras a importantes galerías privadas en Buenos Aires.

En este caso, también logró que su trabajo llegue a formar parte del Salón Nacional de las Artes del Palais de Glace, que es el más antiguo de la Argentina. Ahí, Claudia es la primera mujer indígena, en más de un siglo de historia, en ser premiada. Todo un logro que enorgullece al grupo de tejedoras del Pueblo Wichí al que pertenece.

En la charla publicada por Salta12, Claudia comentó sobre sus obras: «uno está tejiendo lo ancestral y mezclando cosas que va aprendiendo y para mí es como un choque de culturas, de nuestra cultura y de la cultura de los blancos, y es emocionante porque nunca me pasó por la cabeza que podría hacer eso también».

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