«No paso al otro lado del mostrador», aclaró Abel Cornejo en la espontánea conferencia de prensa que dio ayer al mediodía, luego de que se conociera la noticia de que reemplazará a Juan Manuel Pulleiro en el Ministerio de Seguridad. Cornejo será también el ministro de Justicia, ya que se envió a la Legislatura un proyecto para reformar la ley de ministerios y unificar esas dos carteras.

La prensa insistió con preguntas sobre la Policía de la Provincia. Es que uno de los promotores de investigar el accionar de los uniformados, ahora estará al frente de la fuerza. Cornejo resaltó la necesidad de diferenciar a quienes trabajan bien. Aseguró que es un organismo que «tiene mucho para dar» y ejemplificó con su custodia personal su simpatía por la fuerza. «Tengo la misma (custodia) de cuando era juez federal». Además, destacó el trabajo realizado por la Policía durante la pandemia.

La gestión de Cornejo estuvo marcada por la intransigencia en las investigaciones contra policías. Es así que en lo que va del año se realizaron cuantiosas denuncias y se imputaron a varios efectivos. Esto llevó incluso a que una de las fiscales, Verónica Simesen de Bielke mostrara diferencias públicas con el saliente ministro de Seguridad. Pulleiro desmintió que hubiera complicidad a la hora de informar sobre el accionar policial. También minimizó el contexto y aseguró que en comparación con la cantidad de intervenciones, las denuncias no eran «preocupantes».

En este sentido, Cornejo indicó que hay una «vieja escuela» dentro de la fuerza por lo que «son fundamentales ciertos cambios», entre los que nombró la necesidad de tener un «tribunal civil como el de la Policía de Seguridad Aeroportuaria en el que hayan abogados que lleguen por concurso externo de la Policía que pueda juzgar la falta disciplinaria». Así, comenzó a mostrar sus diferencias con Pulleiro.

También se diferenció en el deseo de contar con más policías. En su reciente y última visita al Senado, Pulleiro aseguró que había 11 mil efectivos, de los cuales 7.800 están activos. «Se estima que cada mil habitantes tiene que haber 10 policías. Nosotros estamos entre 7,7 o 6 por cada mil habitantes. Es decir que 14 mil sería lo óptimo para la provincia», indicó a este matutino.

«Muchas veces, la problemática social se confunde con la cuestión represiva en si», advirtió Cornejo sobre su postura que aseguró, responde a su «formación y convicción», y bregó porque en primer lugar se acuda a «los métodos alternativos de solución de conflictos y a la modernización de los planes educativos». En este camino aseveró que «parece que se puede hacer la reforma para que tengamos una fuerza no tan numerosa, sino una fuerza eficiente y dotada de medios tecnológicos». En este punto, en la modernización de los recursos, si coincidió con Pulleiro. Sin embargo, esta premisa, desde hace años que solo es una promesa.

Desde que llegaron las primeras cámaras de seguridad en el 2012 a hoy, funcionan entre 800 y 900 unidades. La gestión de Urtubey y en parte la actual no lograron llegar a la cantidad de cámaras prometidas. Tampoco se llegó a la tecnología que permitiría, entre otras cosas, la identificación de rostros y patentes además de la alerta automática de incidentes.

Los femicidios fue el otro tema en el que se basó la conferencia de Cornejo. Aseveró que es un tema que lo desveló y aún le quita el sueño. «Es una vergüenza nuestros índices de femicidio», indicó, al mismo tiempo que aseguró que los índices no se deben a un mal funcionamiento de la Justicia.

En cuanto al narcotráfico, recordó la amplia frontera de 700 kilómetros cuadrados que tiene la provincia. «No necesitamos una política de seguridad en esto, sino un plan estratégico», señaló e indicó que el trabajo debería ser junto a otras provincias.

Fuente: El Tribuno

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