Washington – Los precios al consumidor en Estados Unidos se dispararon 7,0% el año pasado, la suba más alta desde 1982, y se convierten, junto con la pandemia, en el principal reto doméstico para el presidente Joe Biden, quien prometió actuar con urgencia.

Los precios de la energía subieron un impactante 29,3% y los de los alimentos, 6,3%, según el índice CPI. Si se excluyera esos sectores volátiles y sensibles, la inflación subyacente alcanzó a 5,5%, su nivel más alto desde febrero de 1991.

La inflación, que muchos economistas, incluyendo los de la Casa Blanca y de la Reserva Federal, consideraban un fenómeno transitorio, se volvió el “enemigo público número uno” de acuerdo con varias encuestas.

El objetivo inflacionario de la Fed se ubica en 2% anual, muy por debajo del registro publicado ayer.

Diciembre

En diciembre, sin embargo, la inflación se desaceleró en comparación con noviembre, a 0,5% desde 0,8%, según el índice de precios al consumidor publicado este miércoles por el Departamento de Trabajo. Pero la subyacente fue mayor en diciembre que en noviembre –0,6% frente a 0,5% respectivamente–.

El índice que mide específicamente los precios de la energía, “retrocedió en diciembre” y terminó así con “una larga serie de alzas”, destacó el comunicado del Departamento de Trabajo.

En diciembre fueron sobre todo los precios de la vivienda y los autos usados los que más aumentaron. Los alimentos “también contribuyeron” al alza, “aunque subieron menos que en los últimos meses”, destacó el informe.

Peligro

La variante ómicron del nuevo coronavirus, que está provocando récords de contagios e internaciones en el país, podría hacer subir más los precios. El alto número de infecciones lleva a los trabajadores a hacer cuarentena y golpea de ese modo la producción y la entrega de productos, lo que afecta a su vez la demanda y presiona sobre los precios.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, que tuvo su audiencia de confirmación en el Senado el martes para un segundo mandato, prometió actuar si la inflación récord persiste en el segundo semestre de este año. El organismo está dispuesto a aumentar sus tasas más de lo esperado.

Si el empuje inflacionario continúa más allá de la mitad del año, “reaccionaremos en consecuencia”, aseguró Powell, quien definió la lucha contra inflación como una prioridad.

“La vuelta a la normalidad llevará tiempo”, advirtió sin embargo, en momentos en que las tasas de referencia del organismo están cerca de cero.

“Para asegurar una expansión sostenible (de la economía), debemos tener estabilidad de precios”, continuó Powell en sus declaraciones a los legisladores.

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