Benedicto XVI admitió ayer que estuvo presente en una reunión en la que se habló de un sacerdote acusado de abusos sexuales cuando era arzobispo de Munich-Freising, entre 1977 y 1982, y atribuyó a un «error en la edición de su anterior declaración» el haber negado previamente su presencia en el encuentro.

El papa emérito se pronunció así ayer sobre su declaración recogida en el informe de abusos sexuales de la diócesis de Munich, que contabilizó al menos 497 víctimas entre 1945 y 2019 y que lo acusa de conducta indebida en al menos cuatro de ellos.

Según dijo su secretario privado, Georg Gänswein, a la Agencia Católica de Noticias (KNA), el Papa emérito había negado su presencia en tal reunión por «un error» en la edición de su declaración acerca de una de las reuniones citadas por el informe.

«El error no fue cometido de mala fe«, sino que fue el «resultado de un error en el procesamiento editorial de su declaración». «Él está muy arrepentido por esto y se disculpa«, expresó Gänswein.

De este modo, Benedicto XVI manifestó que «sí participó en la reunión del ordinariato el 15 de enero de 1980», según el comunicado que citó Vatican News.

Sin embargo, aseguró que en aquella reunión «no se tomó ninguna decisión» sobre la designación pastoral del sacerdote en cuestión, sino que en realidad solo se afrontó el tema desde la perspectiva de «permitir un alojamiento» para el sacerdote mientras recibía tratamiento terapéutico en Munich.

El informe elaborado por el bufete de abogados Westpfahl Spilker Wastl (WSW), que llevó a cabo el peritaje en nombre de la archidiócesis, mostraba un acta de la reunión en la que se decía que estuvo presente y rechazó la negación por considerarla «poco creíble».

Tras el informe, Benedicto XVI dijo sentir «vergüenza» ante los casos de abusos sexuales en la Iglesia católica alemana y expresó su «cercanía» a las víctimas, aunque apuntó a que todavía no lo ha leído por completo y que lo hará en los próximos días.

«Benedicto XVI hasta hoy por la tarde no ha sabido del informe del bufete de abogados Westpfahl-Spilker-Wastl, que cuenta con más de 1.000 páginas. En los próximos días examinará con atención el documento«, declaró Gänswein.

«El Papa emérito, como ya ha reiterado varias veces durante su pontificado, expresa la turbación y la vergüenza que le producen los abusos sexuales a menores cometidos por clérigos y manifiesta su personal cercanía y su oración a todas las víctimas con algunas de las cuales se ha encontrado personalmente durante sus viajes Apostólicos», aseguró el prelado.

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