El escándalo estalló en la U.N.Sa. luego del comunicado difundido ayer por el gremio ADIUNSa informando que el rector Víctor Claros fue autorizado mediante una resolución a cobrar licencias atrasadas que ascenderían a más de 4 millones de pesos. La situación siguió siendo objeto de análisis en el programa CUARTO OSCURO (FM La Cuerda 104.5). La docente universitaria y ex candidata a presidir el gremio, Alejandra Soler, fue consultada al respecto.

La académica relató que no pudo dar con normativas propia del personal administrativo (APUNSa) que contemplara lo autorizado por la Resolución del escándalo. Por ello echo mano al convenio colectivo de trabajo de los docentes universitarios. “En ese sentido sería muy innovadora la resolución del Consejo Superior. Nosotros tenemos todos los años lo que se llama la ´licencia anual ordinaria con goce de haberes´, es decir las vacaciones de verano. Le corresponde 30 días a los que tienen 15 años de antigüedad y 45 días cuando se tiene más de 15 años de antigüedad. El periodo de licencia que no se goza porque alguien se reincorpora antes no son acumulativos con la licencia del año siguiente y por lo tanto vencen. Te la tenés que tomar en ese mismo año”, precisó.

Consultada si los días que no se toman pueden ser cambiados por dinero, Soler enfatizo que “no”. “A nadie les pagan. Las vacaciones se vencen y por lo tanto la perdiste si no la tomas. Por eso digo que la medida es muy ´innovadora´. En esta resolución se dice que por razones de servicio le fue denegado al rector el goce de vacaciones. Por eso desde A.D.I.U.N.Sa. estamos tratando de averiguar por qué le denegaron las vacaciones durante tantos años. Eso no existe y si fue así debería haber sido motivo de reclamo. A nadie le pueden negar el goce de vacaciones, ni aun siendo Rector”, sentenció.

La académica reconoció que la situación produjo indignación entre los docentes por una combinación de razones: nula inversión para acondicionar la universidad al incremento de la matrícula y por evidenciar las asimetrías entre autoridades y docentes. “El 70% de la planta docente es de dedicación simple. El salario básico de una Auxiliar Docente es de 17 mil pesos; un Jefe de Trabajos Prácticos con dedicación semi exclusiva (20 horas semanales) cobra un básico de 42 mil pesos. Los 4 millones de pesos que le deberían pagar al rector por las licencias no tomadas se calcula por el salario de él que es de entre 550 y 600 mil pesos. La situación es desproporcionada y grotesca”.

Efectivamente, la Resolución 0120/2022 del pasado 24 de febrero que aprobó la Escala de Sueldos para el personal docente universitario, preuniversitario, no docente y personal superior de la U.N.Sa. indica (Anexo 4) que el sueldo del Rector es de $554.847 mensuales. Según el mismo documento, el Auxiliar de Primera de dedicación simple tiene una básico de $17.584. Con los adicionales puede que llegue a embolsar unos 25 mil pesos como mucho según fuentes consultadas por CUARTO.

Volviendo a la resolución que autoriza los 4 millones por vacaciones no gozadas por cuestiones de servicio, Alejandra Soler dijo que – por lo menos hasta ahora – no se conoce nada parecido, “más allá de que la información en la universidad no es de lo más fluida y transparente”. No obstante, advirtió que si se determina por qué le denegaron las vacaciones al Rector habría posibilidades que docentes y trabajadores puedan reclamar en el futuro que los días de vacaciones no tomados se cambien por dinero.

“¿Quiénes avalaron tal resolución?” fue otra de las preguntas que se le realizaron. La respuesta fue la siguiente: “el Consejo Superior. De él forman parte los Decanos y representantes de todos los estamentos: profesores, personal administrativo. Es el órgano máximo de la autoridad universitaria”, finalizó.

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