La trama sobre los enigmáticos accionistas detrás de La Nación S.A cobró un vuelo inesperado. Justo después que la Inspección General de Justicia (IGJ) reconociera a Esmeralda Mitre como titular de las acciones de la sociedad que controla el multimedios y que convocara a una asamblea de la empresa, apareció ante el organismo un hombre que figura en varias publicaciones (y no es broma) con título nobiliario de Marqués, tiene nacionalidad suiza, domicilio declarado en el Principado de Mónaco y alegó ser el verdadero propietario del porcentaje en disputa. Se llama Federico Spínola y le gusta mucho la Argentina, a donde entró y salió hasta 2018. La asamblea se hizo finalmente hoy miércoles y al apoderado del Marqués no lo dejaron entrar. Fue removido el directorio de la sociedad, llamada KMB S.A., que posee el 20% de La Nación, y la joven Mitre fue finalmente designada como su presidenta.

La previa

La historia reciente más conocida cuenta que quienes manejaron hasta ahora la sociedad KMB, dueña de una parte del multimedios, impedían a Esmeralda Mitre el acceso a la información sobre quienes están verdaderamente detrás y el reconocimiento de sus derechos como heredera.

Ante intimaciones reiteradas de la IGJ, quienes asumieron el manejo de KMB después de la muerte de Bartolomé Mitre (padre) –en esencia su abogado Mariano Gagliardo y su hijo– fueron aportando datos a regañadientes. Primero dijeron que Mitre y su hermana María Elena del Rosario Mitre habían transferido acciones, pero no precisaron a quién.

Luego dijeron que las había cedido a Star Venture Holdings Inc., con sede en las Islas Vírgenes. Después, agregaron que los accionistas eran dos contratos de fideicomiso celebrados en Nueva York: BLM I New York Trust y BLM II New York trust.

La IGJ, que dirige Ricardo Nissen, desconoció esos supuestos acuerdos, de los que tampoco ofrecían respaldo. Los declaró «ineficaces» por carecer de validez en el país ya que los fideicomisos no pueden ser accionistas, además no habían sido inscriptos, y se sumaba la incongruencia de que KMB alegaba que Mitre había cedido las acciones con anterioridad.

«La maniobra resulta clara y constante: KMB S.A., sus directores y síndicos, amparándose en la impunidad del ocultamiento doloso de información y desde el inicio de las actuaciones ante este organismo de control, pretenden evitar que se conozca la identidad de sus verdaderos controlantes», sostuvo en más de una oportunidad la IGJ.

Según el análisis de sus expertos, las acciones de KMB siempre fueron de Bartolomé Mitre y su hermana y «las estructuras jurídicas que se usaron con posterioridad pretendieron disimular esa condición de dueños». Nunca aparecían los beneficiarios finales. En cuanto a Mitre, sus herederos son los que continuarían con la titularidad de su parte en la sociedad que participa en cerca de un 20% del capital de La Nación.

El Marqués

Así las cosas, la IGJ se expidió a favor de los planteos de Esmeralda Mitre y propició en enero la convocatoria a una asamblea, que Gagliardo rechazó. El llamado se hizo para el 6 de abril. En el ínterin, después de años de reclamos infructuosos de información, apareció el (supuesto) Marqués Spínola inscripto con la transferencia de acciones y los contratos de los fideicomisos que hasta entonces nadie encontraba. Vino «desde lejanas tierras tropicales –al parecer ahora vive en Panamá– y sin pisar el territorio argentino reclama ser el auténtico titular de la totalidad del paquete accionario de la sociedad, su beneficiario final y además, por todo correlacionado, ser indirectamente el titular de aproximadamente un 20% del capital accionario de la sociedad vernácula La Nación», relata con un toque de ironía la última resolución de la Inspección de Justicia.

El mismo texto da algunos detalles sobre el inesperado personaje: «Resulta tener un título nobiliario de Marqués y provenir de una tradicional familia genovesa», según publicaciones que cita, y se fue de la Argentina en 1993, aunque fue y vino varias veces, la última en 2018. Todo eso «torna más extravagante todavía su irrupción como pretenso accionista», «como por arte de magia» que, agrega, «es inadmisible».

La diposición de la IGJ de este miércoles, previo al comienzo de la asamblea y a la que accedió Página/12, declaraba la «ineficacia e irregularidad» de las registraciones a favor de Spínola, incluida la reciente transferencia a su favor de 24.934.000 acciones/pesos. El Marqués se atribuye todo el paquete de KMB aunque dice que la beneficiaria en su nombre es una sociedad constituida en Uruguay llamada Endifol S.A., que tampoco se registró en la IGJ. No se explica, insiste la Inspección de Justicia cuál sería «el motivo o contraprestación por el cual el fiduciario Mariano Gagliardo le habría transferido todas las acciones de KMB de Mitre». El objetivo, remarca, es el mismo de siempre: «blindar cualquier información respecto de la real titularidad del capital de KMB».

La empresa había intentado invalidar también las disposiciones anteriores de la IGJ que desacreditaban los fideicomisos y la off shore. Fueron a la Cámara Comercial, pero la Sala D rechazó sus intentos de dejar todos los trámites en suspenso.

Esmeralda presidenta

La reunión se hizo en dependencias de la IGJ y la presidió su Director de Sociedades Comerciales, Darío De León. Cuando llegó el abogado de Spínola, quien se presentó como Alfredo Hernán Henning Medina, le informó que no podría participar porque el Marqués no era reconocido como socio ni representante de acciones de nada, pudo reconstruir este diario. El hombre ni se molestó en discutir, porque dijo que esperaba esa advertencia, y dejó un escrito que había llevado preparado, que preanuncia que atacarán todas las decisiones adoptadas.

Quedaron en el lugar Esmeralda Mitre y sus abogados, su tía, Gagliardo padre –hasta ese momento presidente de KMB–, su hijo –que es el albacea de la sucesión de Mitre– y el abogado Fernando Carregal.

Para la IGJ es claro que Mitre fue accionista fundador y titular de la mitad del capital social de KMB y que Esmeralda es su legitima heredera. También lo son los otros hijos y la última pareja, Necky Galotti. Al final de la asamblea, los Gagliardo fueron removidos de la presidencia y la sindicatura, y Esmeralda Mitre fue consagrada presidenta lo que –más allá de que se lo pelearán hasta el cansancio y con la misma inventiva de siempre– le abre la puerta a La Nación y al manejo del famoso 20 por ciento en disputa.

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