La suba de precios de la ropa aumentó otro 10% en abril, cuatro puntos por arriba del índice general de precios que marcó 6%. La temporada cambió en marzo pero los precios de la ropa siguieron subiendo y los textiles aseguran que el el aumento se da en el eslabón de indumentaria.

Un informe del Ieral, del think tank liberal Fundación Mediterránea se pregunta si se están dolarizando los precios y concluye que en los mercados no regulados tienden a sincronizarse con los valores internacionales, mientras que en los segmentos protegidos de la industria hay una fuerte «inflación en dólares». Por otra parte, en áreas como tarifas, aseguran que «subsiste un gran atraso».

El Fondo Monetario Internacional planteó en su informe de perspectivas regionales que tres cuartos de la inflación de la región latinoamericana proviene de factores globales. «Esto es bastante mayor que las economías avanzadas, por ejemplo, en Estados Unidos donde el factor global explica un poco menos de la mitad del índice general. Existe un componente importado de inflación en Argentina», indica el último análisis sobre el IPC de la consultora ACM, que estima que la inflación interanual superará el 60% en los próximos meses.     

En el trabajo del Ieral, os economistas Jorge Vasconcelos y Mariano Devita analizaron las diferencias sectoriales. En la comparación del precio en dólares de abril de 2022 contra el promedio de julio 2012/abril 2022, el precio de los autos se encareció un 62% en dólares respecto del promedio de la última década, junto con la indumentaria, pasajes de avión y electrónica. El «suministro de agua» se abarató un 43% y de ese lado también figuran el gas, electricidad y los alquileres.

Cuando se compara abril con el promedio de 2019, la dispersión se acentúa, aseguran los economistas. Los autos se encarecieron un 98% en dólares al tipo de cambio oficial, la indumentaria un 68% y un 50% los electrodomésticos y los pasajes de avión. Y allí se revierten casos como el de los alquileres, que pasan a mostrar un aumento del 6%.

En el otro extremo, el agua se abarató un 55% en dólares, la electricidad un 42% y el gas un 40%, en base a los índices de CABA, lo que para los analistas muestra un mayor atraso tarifario.

«Corregir las distorsiones de precios relativos implica ir mucho más allá de atender la relación dólar/peso. Se hace cada vez más relevante la política de subsidios y tarifas de los servicios públicos y también el funcionamiento del comercio exterior», evaluaron desde Ieral. Y existe otro límite para la suba de precios: «la falta de poder adquisitivo de la demanda».  

¿DOLARIZACIÓN DE PRECIOS?

Los economistas de Ieral sostienen que «si bien el ritmo de la inflación en la Argentina se ha acelerado en el último periodo, y existe un incipiente repudio del peso, la inflación todavía responde a los patrones clásicos, siendo básicamente un fenómeno monetario». Así, reconocen que «no puede decirse que ya esté en una fase de sincronización al dólar, como ocurrió en otros episodios del pasado».

Para los bienes «protegidos» por la administración del comercio, los precios en dólares están por encima del promedio de 2012, según este análisis.

Los bienes regulados, que tuvieron una suba del 3,9% en abril, están «muy por debajo de los precios promedio en dólares de la última década», mientras que los no regulados «comienzan a converger al promedio». Si hay una tendencia a la «dolarización» de los precios, se ve en los mercados que no están regulados

INFLACIÓN EN ALIMENTOS 

En alimentos y bebidas, el sector de principal preocupación para el Gobierno, la comparación con la última década mostraba un encarecimiento en dólares de 8 puntos porcentuales. Pero contra 2019 se acentúa el fenómeno de la «inflación en dólares», «ya que la diferencia de abril 2022 con ese año alcanza los 34 puntos porcentuales», remarca el Ieral.

Por su parte, la categoría de Cuidado Personalmuestra en diez años un «abaratamiento en dólares» de 7 puntos, pero si la referencia es 2019, se encareció en moneda dura en un 9%.

«La comparación con 2019 no es arbitraria, ya que nos remite a la situación preCovid, siendo que, además, fue un año de cierto equilibrio en la cuenta corriente y bajo déficit primario», sostiene la Fundación que preside Carlos Melconian, que destaca además que el tipo de cambio se viene atrasando desde mediados de 2021 pese a que aumentó el ritmo de actualización.

El informe, que no ahonda en el impacto en actividad o generación de empleo de los sectores protegidos considera que para corregir las distorsiones de precios, «las tarifas deberían encarecerse en dólares, pero los precios de sectores con mayores restricciones al comercio exterior tienen margen para abaratarse, medidos en divisas«, enfatizaron Vasconcelos y Devita, en referencia a la eliminación de las restricciones comerciales.

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