El dato de inflación que se conocerá la semana que viene y la emisión de pesos que se hará este mes por la compra de dólares de la soja, forzará al Banco Central a subir las tasas de interés otra vez (y en forma considerable). Según trascendió en el mercado financiero por estas horas, Miguel Pesce subiría la tasa de Leliq desde el 69,5% actual a 75% (por lo menos). ¿Lo hará esta semana? En el Central aún no hay confirmación y se estima que con más seguridad la decisión pasaría para la siguiente, precisamente cuando se conozca el IPC de agosto que estaría entre 6% y 7%.

Uno de los factores nuevos que tiene que considerar el Central será la inyección de pesos por el «dólar soja». La autoridad monetaria compra divisas en el mercado de cambios y expande la base monetaria (pasivo, que luego puede ser absorbido con pasivos remunerados como las Leliq) y cuando vende absorbe pesos. 

De esta manera, según cálculos de Portfolio Personal Inversiones (PPI), la emisión para comprar divisas al sector exportador pasaría de cerca de $ 400.000 millones (US$ 2.800 millones por tipo de cambio de $ 140) a $1 billón (US$ 5.000 millones por tipo de cambio de $ 200). A estos $600.000 millones (0,75% del PIB) de diferencia hizo referencia Massa en conferencia de prensa. 

«No obstante, la pérdida patrimonial del BCRA sería más baja, dado que parte de la emisión para comprar reservas podría ser menor al ir una parte directamente contra importaciones», dice PPI. 

Y explica que si la totalidad de los US$ 5.000 millones son vendidos a importadores, el BCRA quedaría sin cambios en el activo (no sumó reservas) y con una expansión de base monetaria por $ 300.000 millones (la diferencia entre los tipos de cambio de $60 multiplicado por los US$ 5.000 millones). 

«En este caso, la pérdida patrimonial sería de US$ 2.100 millones. Debido a esto, para compensar el aumento del pasivo, el Tesoro otorgará una letra intransferible a 10 años en dólares al BCRA. Esto es un maquillaje contable que hará que el balance del BCRA cierre, pero no borra el deterioro», advierte.

Sea como fuere, la mega emisión de pesos que hará el Central lo deja con una sola alternativa: la esterilización junto con una posible suba de tasas. «Son las casi únicas herramientas del BCRA para manejar la abundancia de pesos, con el consiguiente impacto negativo en el déficit cuasifiscal», advierte Delphos Investment.

El apretón de tasas lo tendrá que hacer Pesce por la inflación que sigue sin poder ser domada. El dato de la semana que viene marcará un descenso contra el 7,4% del mes anterior, pero no habrá nada que festejar. Más aún porque los aumentos a inicios de septiembre ya están corriendo al 8% y 9% en varios sectores. 

Para EcoGo, la inflación de agosto fue 6,9% y su desenlace hacia adelante es incierto. «Frente  a la ausencia de planes concretos, la necesidad de reducir el déficit y recomponer los precios relativos colisiona con el objetivo de contener la inflación en un marco de creciente volatilidad empujando el indicador al alza y dejando cada vez menos anclas disponibles para contener los precios«, apunta. 

La misma suba de tasas podría ayudar a pinchar la economía y que los precios desaceleren. Pero debido a que el canal de las tasas se tarda al menos seis meses en impactar en la economía, podría demorarse una mejora. Por ahora, septiembre se perfila para seguir condicionando (en octubre) al Banco Central y su apretón monetario.

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