El rey Carlos III encargó al líder del Partido Conservador, Rishi Sunak, la formación de un nuevo gobierno en Reino Unido, lo que permite completar la transición política tras siete semanas de mandato de Liz Truss, el cual profundizó la crisis política y económica que vive el país.

Sunak se convierte así en el primer ministro número 57 en la historia del país, el segundo del reinado de Carlos III, y en el más joven en ocupar el cargo en los últimos dos siglos, con sus 42 años. Será el tercer inquilino de Downing Street este año, tras un proceso de selección interna breve.

El rey recibió antes la dimisión oficial de Truss, de 47 años, que el jueves se vio obligada por su propio partido a renunciar debido al caos financiero que causó con sus políticas fiscales ultraliberales en un momento de altísima inflación.

Truss había sido nombrada por Isabel II dos días antes de morir y tras el largo periodo de luto nacional vio su popularidad descender a los infiernos, obligada por la presión de los mercados y de su partido a modificar, una a una, sus medidas económicas y destituir a sus más cercanos colaboradores.

«Deseo a Rishi Sunak todo el éxito por el bien de nuestro país», afirmó en un breve discurso de despedida frente a la célebre puerta negra del número 10 de Downing Street, en que volvió a defender su visión «audaz» ante los desafíos.

Rishi Sunak advirtió el martes que deberá tomar «decisiones difíciles» para corregir los «errores» cometidos bajo el breve mandato de su predecesora. «Pondré la estabilidad y la confianza económicas en el centro del programa de este gobierno. Eso significa que habrá que tomar decisiones difíciles», afirmó.

Cómo será el equipo de Rishi Sunak

El martes por la tarde, Sunak comenzará a nombrar a su gobierno. El ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, designado por Truss hace 11 días en un intento por salvar su cargo, podría mantenerse en el cargo.

El nuevo primer ministro también deberá decidir si nombra en su gabinete a alguno de los diputados que no lo apoyó, como Penny Mordaunt, en un intento de unificar un Partido Conservador profundamente dividido.

Un peso pesado que podría quedar fuera es Boris Johnson, quien tuvo que renunciar como primer ministro en julio presionado por los diputados conservadores a raíz de una multiplicación de escándalos y por el propio Sunak, que dimitió como su ministro de Finanzas iniciando un alud de partidas en el gobierno.

Los desafíos del nuevo ejecutivo en Reino Unido

Además de la crisis económica y social, que puede ver al Reino Unido paralizado por las huelgas este invierno, y la desunión del Partido Conservador, que no deja de agravarse desde el referéndum sobre el Brexit de 2016, Sunak deberá superar el reto de convencer al país sobre su legitimidad.

El Partido Conservador obtuvo una aplastante mayoría legislativa en 2019 con Johnson, la mayor de la derecha británica en 40 años.

Sin embargo, desde entonces el país ha cambiado dos veces de primer ministro. La primera vez, con Truss, mediante una votación en que participaron únicamente unos 170.000 afiliados del partido. La segunda, con Sunak, gracias solo al apoyo de unos 200 de los 357 diputados conservadores.

En este contexto, un 62% de los votantes británicos quiere que se convoquen elecciones generales anticipadas antes de fin de año, según una encuesta de Ipsos el lunes.

Las próximas legislativas están previstas en enero de 2025 a más tardar y aunque el opositor Partido Laborista tiene una enorme ventaja en los sondeos no puede forzar por sí solo un adelanto. Para ello necesitaría que decenas de diputados conservadores se rebelasen contra el gobierno y votasen con la oposición, lo que parece más que improbable dado su anunciada debacle electoral.

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