En medio de la guerra en Ucrania, China anunció que está dispuesta a profundizar su relación con Rusia en todos los niveles y lanzó una dura advertencia al mundo: cualquier intento de bloquear el progreso de las dos naciones nunca tendrá éxito, dijo este jueves el principal diplomático de Pekín, Wang Yi.

Wang le trasmitió a través de una llamada telefónica a su par ruso, Serguéi Lavrov, que es un derecho legítimo de China y Rusia realizar su desarrollo y revitalización, según indicó un comunicado publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de China.

La declaración llega el mismo día en que curiosamente el presidente Xi Jinping aseguró que China «está lista para colaborar con Estados Unidos para encontrar la manera correcta de llevarse bien sobre la base del respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación, en una nueva era en la que todos ganan».

Xi, que el domingo pasado obtuvo un inédito tercer mandato al frente del Partido Comunista de China (PCCh), realizó las declaraciones en un mensaje leído en la cena de gala anual del Comité Nacional de Relaciones Estados Unidos-China (NCUSCR) en Nueva York, que divulgó en Pekín la cadena estatal CCTV.

China y Rusia, los desafíos de defensa para Estados Unidos

Y al mismo tiempo también se conoció un documento del Pentágono que revela la nueva estrategia de defensa, donde sostiene que China es el desafío «más trascendental» para la seguridad de Estados Unidos en las próximas décadas, mientras que Rusia representa una «amenaza aguda».

China «representa el desafío más trascendental y sistémico, mientras que Rusia plantea una amenaza aguda, tanto para los intereses nacionales vitales de Estados Unidos en el extranjero como en el territorio estadounidense», precisa el Ministerio de Defensa estadounidense en el documento que fija la estrategia del ejército para los próximos años.

«El desafío más profundo y grave para la seguridad nacional de Estados Unidos es el esfuerzo coercitivo y cada vez más agresivo (de China) para remodelar la región del Indo-Pacífico y el sistema internacional para adaptarlo a sus intereses y preferencias autoritarias», señala esta nueva estrategia publicada por primera vez junto con la nueva estrategia nuclear de Estados Unidos.

Afirma que la retórica china contra Taiwán, cuya soberanía reclama y promete retomar por la fuerza si es necesario, es un factor «desestabilizador» que corre el riesgo de cometer un error de cálculo y amenaza la paz en la zona.

La nueva estrategia de Estados Unidos «busca evitar el dominio de China en regiones clave al tiempo que protege el territorio estadounidense y fortalece un sistema internacional estable y abierto», agrega el Pentágono, que especifica sin embargo que «un conflicto con China no es ni inevitable ni deseable».

La amenaza «aguda» planteada por Moscú ha sido «demostrada más recientemente con la nueva invasión no provocada de Ucrania», según el documento.

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