El presidente Alberto Fernández, de cara a la campaña electoral que comenzará el año que viene y fiel al estilo que sostuvo desde el comienzo de su gestión, está trabajando en una serie de «políticas de acuerdo» junto a la oposición para los próximos años, en el marco de los 40 años de democracia que se cumplirán en diciembre de 2023. Para él es necesaria la conformación de una mesa para llevar a cabo «10, 20 o 5», medidas que se conviertan en política de Estado vinculadas, sobre todo, a cuestiones productivas. Y lo está trabajando con Mercedes Marco del Pont, la secretaria de Relaciones Estratégicas. De hecho, el jueves, luego de un brindis que compartió con periodistas acreditados en Casa Rosada, se reunió con ella en su despacho. 

Más allá de eso, en Casa Rosada expresan que a pesar de las intenciones del mandatario «el tango se baila de a dos». «Lo que el Presidente siente es que no lo puede hacer solo y que hay sectores de la oposición con los que es difícil», expresaron en su entorno. Sin embargo, confían que «en algún punto tenemos que ser capaces de encararlo porque la Argentina de diciembre de 2023 va a estar sembrada de riquezas». «Hay que salir de ese lugar de antagonismo porque ahí nos quedamos paralizados», opinan.

Según explicaron desde la Secretaría de Asuntos Estratégicos a este diario, por indicación del Presidente trabajan «en forma articulada» con las distintas áreas especializadas del Gobierno en un plan de desarrollo de mediano y largo plazo que garantice que la Argentina «participe de la transición energética como un actor relevante en toda la cadena de agregado de valor de los recursos naturales». Este sería uno de los puntos en los que quiere hacer énfasis el Jefe de Estado.

En el centro del plan están el hidrógeno y el litio, que, según consideran en el Gobierno, «representan una oportunidad para fortalecer el desarrollo industrial y evitar el riesgo de una reprimarización de la economía». «Son proyectos e iniciativas que buscan reducir las asimetrías y desigualdades productivas y territoriales que existen en nuestro país. Por eso el énfasis está puesto en vectores de desarrollo para el Norte Grande y la Patagonia», explicaron. En Casa Rosada hubo varias reuniones con los tres gobernadores del litio: Gustavo Sáenz de Salta, Raúl Jalil, de Catamarca y Gerardo Morales, de Jujuy.

Además de las áreas gubernamentales también forman parte del diálogo cámaras empresarias, empresas estatales y sindicatos. «Las transformaciones productivas asociadas al proceso de transición energética deben ser acompañadas por la creación de puestos de trabajo en el país», remarcaron en Balcarce 50.

«Tenemos una enorme oportunidad como país el año que viene. Una gran oportunidad para el norte y para el sur», resaltaron en el Gobierno. Además, opinaron que si logran que se apruebe la ley de Agroindustria en el Congreso eso será un gran avance y le dará al país «una potencialidad enorme para crecer».

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