El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, desestimó anoche la idea de utilizar a los militares para desalojar a los manifestantes que se oponen a la decisión de hacer obligatoria la vacuna obligatoria contra el covid-19, entre ellos los camioneros, que obstruyen con grandes camiones el centro de Ottawa.

Esa idea había sido planteada durante una reunión informativa brindada un día antes por parte del jefe de la policía de la ciudad, bajo la presión de vecinos cansados del acoso y de los incesantes corneteos.

«Esas cartas no está ahora mismo en la mesa», declaró Trudeau en una conferencia de prensa, en la que añadió que los gobiernos deben ser «muy, muy cautelosos antes de desplegar a los militares en situaciones contra los mismos canadienses».

Desde el sábado, la capital canadiense se ha visto acosada por manifestantes liderados por camioneros que se oponen a la obligatoriedad de las vacunas contra el covid-19 para viajar entre Canadá y Estados Unidos.

A mediados de la semana, se redujeron significativamente a varios centenares desde un pico de 15.000 personas durante el fin de semana, pero los manifestantes siguieron defendiendo fuertemente sus argumentos contra las medidas de salud pública.

Trudeau, que está aislado por ser positivo de coronavirus, aseguró que correspondía a la policía local ocuparse de ellos, pero añadió que el gobierno federal está listo para proporcionar apoyo de la policía federal y de los servicios de inteligencia.

Al mismo tiempo, instó a los manifestantes a que se fueran a casa, diciendo que los lugareños estaban hartos de las «importantes perturbaciones» que causaban.

Aunque la mayoría de los canadienses (el 68%, según una encuesta de Abacus) no apoyan la protesta, está claro que muchos se sienten cada vez más frustrados por las restricciones de salud pública en su vida cotidiana.

En Canadá, la mayoría de las medidas promulgadas por los gobiernos provinciales siguen siendo muy restrictivas, entre las más duras de Occidente, incluyendo cuarentenas, un toque de queda en Quebec que ya se ha levantado, y los límites de capacidad en restaurantes, bares y otros locales públicos.

Este próximo fin de semana, se espera que la protesta de Ottawa se intensifique de nuevo, mientras que manifestaciones similares están previstas en otras ciudades, como Quebec y Toronto.

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